LA CRESTA DE LA OLA

sábado, 25 de junio de 2022

Declaración de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos sobre la Sentencia del Tribunal Supremo en el caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization

 

Durante  casi  cincuenta  años, Estados Unidos ha impuesto una ley injusta  permitiendo  que  algunos decidan si otros pueden vivir o morir

Este es un  día  histórico  en la  vida de  nuestro  país, que  conmueve  nuestros  pensamientos, emociones y oraciones. Durante  casi  cincuenta  años, Estados Unidos ha impuesto una ley injusta  permitiendo  que  algunos decidan si otros pueden vivir o morir; esta política ha resultado en la muerte de decenas de millones de niños no nacidos, generaciones a las que se les negó el derecho incluso a nacer.

Estados Unidos se fundó sobre la verdad de que todos los hombres y mujeres son creados iguales, con  derechos  otorgados por Dios a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Esta verdad fue gravemente negada por la Corte Suprema de  los EE.UU.  con  la  sentencia  Roe v. Wade, que  legalizó  y  normalizó  la  eliminación de vidas humanas inocentes. Damos  gracias  a Dios hoy porque la Corte ahora ha anulado esa decisión. Rezamos  para que nuestros funcionarios electos promulguen ahora leyes y políticas que promuevan y protejan a los más vulnerables entre nosotros.

Nuestros primeros  pensamientos  están  con  los  niños  cuyas  vidas han sido arrebatadas desde 1973. Lamentamos su pérdida y encomendamos sus almas a Dios, que los amó desde antes de todas las edades y los amará por toda la eternidad. Nuestros corazones también están con cada mujer y hombre que ha sufrido gravemente por el aborto; rezamos por su curación y prometemos nuestra compasión y apoyo continuos. Como Iglesia, debemos servir a quienes enfrentan embarazos difíciles y rodearlos de amor.

La decisión de hoy también es el fruto de las oraciones, los sacrificios y la defensa de innumerables estadounidenses corrientes de todos los ámbitos de la vida. Durante estos largos años, millones de nuestros conciudadanos han trabajado juntos pacíficamente para educar y persuadir a sus vecinos sobre la injusticia del aborto, para ofrecer atención y asesoramiento a las mujeres y para trabajar por alternativas al aborto, incluida la adopción, el cuidado de crianza temporal y la atención pública, con políticas que verdaderamente apoyen a las familias. Compartimos hoy su alegría y les estamos agradecidos. Su trabajo por la causa de la vida refleja todo lo que es bueno en nuestra democracia, y el movimiento pro-vida merece ser contado entre los grandes movimientos para el cambio social y los derechos civiles en la historia de nuestra nación.

Ahora es el momento de comenzar el trabajo de construir una América post-Roe. Es un tiempo para sanar heridas y reparar divisiones sociales; es un tiempo para la reflexión razonada y el diálogo civil, y unirnos para construir una sociedad y una economía que sostenga el matrimonio y la familia, y donde cada mujer tenga el apoyo y los recursos que necesita para traer a su hijo a este mundo con amor.

Como líderes religiosos, nos comprometemos a continuar nuestro servicio al gran plan de amor de Dios para la persona humana y a trabajar con nuestros conciudadanos para cumplir la promesa de Estados Unidos de garantizar el derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad para todas las personas.

Conferencia Episcopal USA

Juan Ramón Domínguez Palacios en 16:27
Compartir

No hay comentarios:

Publicar un comentario

‹
›
Inicio
Ver versión web

Datos personales

Mi foto
Juan Ramón Domínguez Palacios
Valencia, Spain
Licenciado en Ciencias Físicas. Doctor en Teología. Centro de Formación Profesional Xabec. Parroquia de San Josemaría
Ver todo mi perfil
Con la tecnología de Blogger.