lunes, 4 de agosto de 2025

León XIV a los jóvenes: "Encontramos la felicidad cuando aprendemos a donar la vida por los demás"

 



Un millón de jóvenes de 146 países vivieron una Vigilia del Jubileo de diálogo, música, testimonios y adoración eucarística, movidos por el mensaje del Papa sobre amistad, entrega y esperanza



La tarde del sábado 2 de agosto, la explanada del campus de Tor Vergata, a las afueras de Roma, se transformó en el escenario de la tan esperada Vigilia del Jubileo de los Jóvenes.

Tor Vergata se convierte en un mar de fe

Desde primeras horas de la mañana, miles de jóvenes fueron llegando con sacos de dormir, pancartas, banderas y esterillas bajo un sol abrasador y temperaturas alrededor de los 30 °C. Se instalaron nebulizadores y dispositivos de sombra como parte del despliegue logístico que buscó afrontar el calor. 

La cifra oficial estimada por el Vaticano fue de hasta un millón de jóvenes provenientes de 146 países, aunque las autoridades locales hablaron más moderadamente de "cientos de miles". En cualquier caso, el ambiente evocó el histórico encuentro de la JMJ en el año 2000 celebrado en el mismo lugar. 

Pre‑vigilia: testimonios y música

Antes del encuentro formal con el Papa, la pre‑vigilia ofreció un espacio cargado de emoción. Cuatro jóvenes de distintos países compartieron sus historias de conversión, fe y compromiso. Sus palabras, una mezcla de gratitud, vulnerabilidad y esperanza, fueron recibidas con aplausos y silencios reverentes por una asamblea ansiosa de sentido y comunidad.

Entre los momentos centrales, destacó la participación del Movimiento Hakuna, nacido en el contexto de la Jornada Mundial de la Juventud de Río 2013. Este grupo español no solo cantó en el escenario, sino que vivió el encuentro con naturalidad y profundidad, compartiendo un testimonio de comunidad y misión que conmovió a muchos, según relató una de sus integrantes a Vatican News. 

Llegada del Papa y recorrido en papamóvil

Hacia las 19:30 h, el Papa León  XIV aterrizó en helicóptero cerca del escenario principal. El recibimiento —entre cantos, gritos y banderas de múltiples nacionalidades— marcó el inicio de un momento histórico. A bordo del papamóvil recorrió los pasillos por casi 40 minutos, saludando y bendiciendo a las y los peregrinos.

Finalmente, tomó en la mano la cruz del Jubileo y encabezó una procesión a pie junto a jóvenes de distintos países hasta el altar, acompañado musicalmente por el trío italiano Il Volo

Diálogo de jóvenes con el Papa: amistad, decisiones y fe

El corazón de la vigilia fue el diálogo del Papa León XIV con los jóvenes, introducido con una invocación al Espíritu Santo y precediendo la adoración eucarística y la meditación del pasaje bíblico de los discípulos de Emaús (Lc 24, 13‑35). 

  • Sobre la amistad, una joven mexicana de 23 años preguntó cómo formar relaciones auténticas en una cultura dominada por las redes sociales. El Papa respondió: “Nuestra vida comienza con un vínculo… es a través de los vínculos que crecemos… internet y las redes sociales son una oportunidad, pero también pueden romper nuestras relaciones en mil intermitencias… sólo relaciones sinceras y lazos estables hacen crecer historias de vida buena” 

  • Sobre el valor de decidir, un joven italiano preguntó cómo encontrar coraje para elegir. El Pontífice explicó: “Cuando elegimos, en sentido profundo, decidimos qué queremos llegar a ser… la valentía de elegir surge del amor que Dios nos manifiesta en Cristo… Él es quien nos ha amado con todo su ser… y mostrarnos así que el camino para realizarnos es dar la vida” 

  • En recuerdo de dos peregrinas fallecidas, León XIV exhortó a la comunidad a rezar por ellas: María (20 años, española) y Pascale (18 años, egipcia). También pidió oración por un joven español hospitalizado en el Bambino Gesù. “Que Jesús resucitado las acoja en la paz y alegría de su Reino”, concluyó con profunda emoción. 

En su mensaje final, el Papa invitó a buscar “justicia”, servir a los pobres, estudiar, trabajar y amar siguiendo el ejemplo de Jesús. E instó a las y los jóvenes a pedir: “Quédate con nosotros, Señor… tu palabra es una luz más brillante que cualquier estrella”. 

Oración y adoración eucarística

Después del diálogo, se instaló un momento de adoración ante el Santísimo Sacramento, con una liturgia cargada de silencio y música. Los jóvenes se integraron en la oración contemplativa ordenada en la vigilia, concluyendo con la bendición final del Papa a los participantes de las 146 naciones representadas. 

Un mensaje vivo de entrega

La Vigilia del Jubileo del 2 de agosto fue una celebración envolvente de juventud y oración. El Papa León XIV ofreció un mensaje sencillo y potente: la verdadera felicidad no se recibe: se dona. Y en un mundo marcado por la fragmentación y el individualismo, este millón de jóvenes respondió con cantos multilingües, silencios y oraciones compartidas.

Más que una congregación turística, la Vigilia fue testimonio de una juventud dispuesta a entregarse, a construir amistades auténticas y a asumir decisiones de vida sustentadas en la fe. La energía, la universalidad del canto, la contemplación frente al Santísimo y la apertura al diálogo reflejaron un encuentro que buscará seguir resonando más allá del campamento improvisado.

Más allá de cifras y logística, Tor Vergata se convirtió en una muestra viva de que el diálogo sincero, la fraternidad y la entrega generosa son camino de esperanza para el futuro. 






























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