Quien se atreve a poner en solfa las nuevas ortodoxias que la cultura del momento considera intocables, se arriesga a sufrir el peso de la ley o del linchamiento mediático. Acertado análisis de Aceprensa sobre este tema de actualidad
Cientos de miles de personas han salido a la calle en Francia y en otros países con pancartas con la frase “Je suis Charlie”, para condenar el atentado a Charlie Hebdo y defender la libertad de prensa. La violencia del terrorismo de cuño islámico se ha visto no solo como el asesinato de unas personas, sino también como un ataque a la libertad de expresión y al papel de la prensa en una democracia. Ha sido una reacción necesaria. Aunque fuera un semanario poco leído, la opinión pública ha comprendido la necesidad de defender su derecho a la crítica frente a los que han intentado silenciarlo del modo más bárbaro.