Stéphane Courtois editó en 1997 El libro negro del comunismo, que reveló el terror y la represión implantada en los países comunistas de todo el mundo. Director de investigación en el CNRS francés, ha estudiado en profundidad la historia del comunismo y su naturaleza totalitaria. Con motivo del Congreso “Cien años de la Revolución Rusa”, celebrado el 9 y 10 de octubre pasados, la Universidad CEU San Pablo le invitó a impartir la conferencia inaugural. Ofrecemos un extracto de su intervención.
Hace cien años, el 7 de noviembre de 1917 [25 de octubre en el calendario juliano, vigente entonces en Rusia], un acontecimiento transformó la historia del siglo XX. Vladímir Ilich Uliánov, conocido como Lenin, se hizo con el poder en la capital de Rusia. No se trató de un putsch, o sea, no fue un levantamiento militar; tampoco un golpe de Estado, ni una insurrección, es decir, no se produjo un levantamiento general y armado de la población. Fue lo que el famoso revolucionario francés del siglo XIX Louis Auguste Blanqui denominaba una toma de armas, en la que varios millares de activistas armados ocuparon algunos lugares estratégicos de la ciudad (…).
No fue el pueblo el que hizo la revolución, sino los dirigentes revolucionarios y los activistas
Pero esta acción, aparentemente anecdótica, provocó un tsunami político que llegó primero al antiguo imperio de los zares, después a Eu-ropa, más tarde a Asia y a todo el mundo. Y es un acontecimiento que ha marcado la historia contemporánea y que ha dejado marcas profundas en el siglo XXI.