«Nosotros tenemos a nuestro hijo mayor en un colegio
en Madrid, un colegio concertado católico, cursando 5º de Primaria.
Teníamos claro desde que el gobierno anterior impuso esta asignatura que
no queríamos que la cursara.
Llegada la hora de enfrentarnos a esta
espinosa cuestión, lo primero que hemos hecho ha sido pedir una reunión
con el director de ciclo para ver qué opciones nos daban en caso de
querer objetar.
Salimos de la reunión sabiendo que nuestro hijo se
quedaría fuera de clase, en otra clase o en el despacho del jefe de
estudios durante esa hora, y que le suspenderían en esa asignatura. Nuestro hijo ha tenido la media del 10 el curso anterior, por lo tanto esto significa que su expediente se verá afectado».
Este es el relato de Paola Raneri, una madre que, con su marido, Joaquín Albi, ha
decidido objetar a Educación para la Ciudadanía (EpC), la asignatura
que impuso Zapatero y que el PP, de momento, ha mantenido prácticamente
igual.