Con Jesucristo ha entrado en la historia humana la Luz y la Salvación. Acojámosla y llevémosla a todas partes. Acompaño mis reflexiones.
“Se quedaron asombrados ...porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad”. El pueblo fue sensible a esta autoridad de Jesús ya que nunca emplea, como hacían los profetas, la fórmula típica: “Así dice el Señor”. Él habla siempre en nombre propio: Oísteis que se dijo a los antiguos, pero yo os digo. (cf Mc 2, 29).