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martes, 4 de abril de 2017

Propuesta de ley sobre el final de la vida en España

Tres de los cuatro principales partidos españoles han presentado proposiciones de ley para regular a nivel nacional la asistencia a los enfermos terminales. Parece que la de Ciudadanos se convertirá en el texto base para la negociación parlamentaria. 
Seguramente habrá acuerdo en lo relacionado con la asistencia a los enfermos, pero no en los aspectos éticos: si bien la eutanasia ni se menciona, tampoco el código deontológico sale muy bien parado.
La proposición de ley presentada por Ciudadanos a finales de 2016 fue admitida a trámite el pasado 28 de marzo con el apoyo de los principales partidos. Las únicas abstenciones y votos en contra vinieron de formaciones de ámbito autonómico, cuya objeción se debió más bien al temor de que una norma nacional vaya en menoscabo de las competencias de las autonomías en materia de salud.
Parece, por tanto, que el texto de Ciudadanos va a servir de falsilla para el debate parlamentario sobre el final de la vida. Se titula “Proposición de ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona ante el proceso final de su vida”, y efectivamente se centra en la protección del enfermo, en línea con la ley 41/2002, sobre autonomía del paciente y derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.

miércoles, 15 de julio de 2015

Incurable no significa indigno

El caso de Brittany Maynard reavivó el debate sobre el suicidio asistido en California, que previamente había rechazado varias propuestas de legalización. La última ha corrido finalmente la misma suerte, aunque el cambio de posición de la Asociación Médica de California declarándose “neutral” en este tema llevó al Senado a aprobar el proyecto a principios de junio. Pero en la Cámara baja no tiene suficiente apoyo.
En otros lugares también se ha abierto recientemente este debate. Varios estados norteamericanos han rechazado propuestas similares a las de California (por ejemplo, Massachusetts, Colorado o Connecticut), y en otros los textos aún se encuentran en fase de discusión.

martes, 28 de junio de 2011

Los obispos españoles alertan del erróneo tratamiento del derecho fundamental de la libertad religiosa en el proyecto de ley de Muerte Digna

   La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha aprobado la ‘Declaración con motivo del proyecto de ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida’ en la que pone de manifiesto que el proyecto de Ley de Muerte Digna, “deja puertas abiertas a la legalización de conductas eutanásicas”. 
   Los obispos españoles, reunidos la pasada semana en su CCXX Comisión Permanente, han aprobado una declaración en la que advierten que la ley de muerte digna, tal y como está configurado el proyecto de ley, podría suponer  “una legalización encubierta de prácticas eutanásicas”, además del “erróneo tratamiento del derecho fundamental de la libertad religiosa” y de un retroceso en el campo del reconocimiento de los derechos de la persona. En concreto, el documento consta de dos partes: en la primera, se expone el Evangelio de la vida; y en la segunda, se hace una valoración de la cuestión a la luz de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia. Además, consta de una conclusión en la que los obispos “toman postura” sobre el proyecto de Ley de Muerte Digna.

   Para informar de la Declaración, compareció ayer en rueda de prensa el portavoz de los obispos, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, que leyó algunos de los artículos del texto, como el artículo 17, sobre el que fue preguntado en varias ocasiones: “No identificamos el orden legal con el moral. Somos, por tanto, conscientes de que, en ocasiones, las leyes, en aras del bien común, tendrán que tolerar y regular situaciones y conductas desordenadas. Pero esto no podrá nunca ser así cuando lo que está en juego es un derecho fundamental, como es el derecho a la vida. Las leyes que toleran e incluso regulan las violaciones del derecho a la vida son gravemente injustas y no deben ser obedecidas. Es más, esas leyes ponen en cuestión la legitimidad de los poderes públicos que las elaboran y aprueban. Es necesario denunciarlas y procurar, con todos los medios democráticos disponibles, que sean abolidas, modificadas o bien, en su caso, no aprobadas”, reza el artículo.

   Además, en el texto, piden que se reconozca y garantice el derecho a la objeción de conciencia a los profesionales sanitarios que se vean implicados en “situaciones que conlleven ataques legales a la vida humana” y rechazan que “desaparezca el criterio de la ‘lex artis’ o buena práctica médica como límite a la absoluta autonomía del paciente terminal”.

   En esta línea, aunque los obispos admiten la intención “laudable” del proyecto de ley de “proteger la dignidad de la persona en el final de la vida sin despenalizar la eutanasia”, señalan que “no lo consigue” porque “deja puertas abiertas a la legalización de conductas eutanásicas”. Concretamente, consideran que “una concepción de la autonomía de la persona como prácticamente absoluta y el peso que se le da a tal autonomía en el desarrollo de la ley acaban por desvirtuar la intención declarada y por sobrepasar el límite propuesto de no dar cabida a la eutanasia”. Asimismo, señalan que algunos conceptos se explican de forma “reductiva” en la normativa como la definición del término eutanasia que, a su juicio, se centra sólo en las acciones directas y “se deja abierta la puerta a las omisiones voluntarias que pueden causar la muerte o que buscan de modo directo su aceleración”.

   Según la CEE, entre las conductas “eutanásicas” que se “legalizarían” con esta normativa estaría la “sedación inadecuada” cuya aplicación, según explican los obispos, debería depender del “juicio médico y no de la voluntad del paciente”, un punto que, a su parecer no queda claro en el texto, pues incluye este tratamiento como “un derecho” del paciente.Igualmente, consideran que la normativa también podría favorecer el abandono terapéutico y la omisión de los cuidados debidos, al establecer la norma la realización de actuaciones sanitarias que garanticen el “debido cuidado” del enfermo y no especificar en ese concepto aspectos como la “alimentación e hidratación” del mismo.

Erróneo tratamiento del Derecho a la libertad religiosa
   Por otra parte, en la declaración, los obispos aseguran que en el proyecto de ley está “mal tratado” el derecho de libertad religiosa que “ni siquiera se menciona”. En su lugar, el texto legal formula “un nuevo derecho al acompañamiento dentro del cual incluye una asistencia espiritual o religiosa de la que se dice que los pacientes tendrán derecho a recibir si ellos se la procuran”. Para monseñor Martínez Camino se ha producido un cambio “positivo” entre el anteproyecto y el proyecto de ley ya que en el primero “ni siquiera se decía que los pacientes tenían derecho a una asistencia espiritual” mientras que en el segundo sí se reconoce, aunque no alude a los Acuerdos internacionales o convenios firmados con la Iglesia Católica ni con el resto de confesiones.

ANÁLISIS DIGITAL

jueves, 23 de junio de 2011

Los Obispos advierten que la Ley de Muerte Digna podría encubrir la eutanasia

   La Conferencia Episcopal advierte de que el proyecto de Ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida, conocida como Muerte Digna, podría «encubrir prácticas eutanásicas».
Así lo asegura en un documento que ha hecho público en el que resume las conclusiones de la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), la primera que se produce tras la renovación los cargos efectuada en la pasada asamblea. Según informa en un comunicado, los obispos han estudiado el proyecto de ley, que el Gobierno ha remitido ya al Congreso para su tramitación, y han aprobado una Declaración que se publicará íntegramente el próximo lunes 27.
   En la misma, se recuerda las numerosas ocasiones en las que «han hecho oír su voz» para anunciar el evangelio de la vida, según el cual «la vida de cada persona es sagrada, también cuando es débil, sufriente, o se encuentra al final de su tiempo en la tierra». En el texto, que lleva por título Declaración con motivo del «Proyecto de Ley Reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida», los obispos creen que el proyecto de ley emplea una «definición reductiva del concepto de eutanasia». Así, entienden que con él «se deja la puerta abierta a ciertas omisiones voluntarias que pueden causar la muerte o que buscan de modo directo su aceleración».
   En este contexto, señala algunas «conductas eutanásicas» a las que se daría cobertura legal como, por ejemplo, la posible sedación inadecuada, el abandono terapéutico o la omisión de los cuidados debidos. La Declaración episcopal se muestra crítica también con el trato que recibe en la Ley el derecho humano fundamental de libertad religiosa, con el hecho de que los profesionales de la sanidad queden prácticamente reducidos a ejecutores de la voluntad de los pacientes y con que no les sea reconocido el derecho a la objeción de conciencia. Por último, el texto vuelve a proponer un modelo de Testamento Vital, acorde con la Doctrina Católica, que es una redacción actualizada del que ya ofreció en su momento la Conferencia Episcopal Española.
   El Consejo de Ministros aprobó el pasado día 10 el proyecto de Ley reguladora de derechos de la persona hacia el proceso final de la vida, para asegurar la protección de los enfermos que se encuentran en caso terminal y garantizar en esos momentos el pleno respeto de su libertad en tratamientos que tengan que recibir. Ahora lo ha remitido al Congreso de los Diputados para su tramitación antes de su aprobación definitiva.

RELIGIÓN CONFIDENCIAL

martes, 23 de marzo de 2010

La ley andaluza de muerte digna se aprueba con el desacuerdo de los profesionales de la salud


Una norma innecesaria que genera la sospecha entre médico y paciente y abre la puerta a la práctica eutanásica.

El Parlamento de Andalucía aprobó el pasado 19 de marzo, con el voto de los tres grupos de la Cámara autonómica (PSOE, PP e IU), la Ley de derechos y garantías de la dignidad de las personas en el proceso de la muerte, la primera norma autonómica de España que regulará los derechos del paciente durante la última etapa de su vida y las obligaciones de los médicos tanto en centros públicos como privados.

La nueva ley andaluza regula la limitación del esfuerzo terapéutico, prohíbe el ensañamiento terapéutico y permite a los pacientes rechazar un tratamiento que prolongue su vida de manera artificial. También da cobertura a la sedación paliativa para aliviar el sufrimiento de los enfermos aunque ello pueda acortar su vida. Hasta ahí parece una ley razonable y justa que toda persona sensata firmaría, pero no es oro todo lo que reluce.

Según Mª Dolores Espejo (presidenta de la Fundación Bioética, profesora universitaria y enfermera), “los cuidados paliativos ya estaban. Los profesionales de la sanidad sabemos cómo cuidar a los enfermos en su fase terminal. Es falso que exista mala práctica. Esta norma genera en el paciente y en su familia desconfianza hacia el personal y sobre todo envía a la sociedad el mensaje de que se trata del primer paso en el camino de la despenalización de la eutanasia. Me sorprende que, en términos generales, haya habido unanimidad entre los grupos parlamentarios”.

ACEPRENSA
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