“El Niño iba creciendo...” La mayor parte de su vida terrena la pasó Jesús en el hogar de Nazaret y en el taller de José. Tras los sucesos extraordinarios que acompañaron su llegada a la tierra, vino una calma prodigiosa.
El anuncio del ángel, la aparición a los pastores de un coro celestial, la estrella que guió a los Magos, la irracional saña de Herodes... todo eso quedó lejos en el tiempo para dar paso a una existencia similar a la que llevamos casi todos. Y así un año y otro, hasta treinta.