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jueves, 30 de agosto de 2018

Rey Ballesteros: "Necesitamos sacerdotes que amen y vivan el celibato"

El último artículo del sacerdote y escritor José Fernando Rey Ballesteros publicado en su blog, alza la voz contra las últimas noticias y escándalos que están salpicando a la Iglesia Católica y revierte la situación con un enfoque más positivo. Pretende dejar claro que la Iglesia no es "el cubo de basura" que se está reflejando en estos días, sino que es mucho más. Además, explica la razón del celibato de los sacerdotes. 
Rey Ballesteros, autor de la web  "Espiritualidad Digital" , hacia casi un año que no escribía un post en su blog "De un tiempo a esta parte". Pero el pasado 27 de agosto ha querido plasmar su determinante opinión antes los escándalos de abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica. 
El título del artículo "El Acusador de nuestros hermanos" comienza recordando unas palabras del Apocalipsis en las que definen al demonio que "el acusador de nuestros hermanos": En el libro del Apocalipsis, el Demonio es también llamado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante Dios día y noche (Ap 12, 10). Con razón. «Satán» significa «fiscal». Y, en el libro de Job, Satanás tiene un puesto en la corte de Dios: precisamente, el del fiscal, el encargado de acusar a los hijos del Altísimo".
En este sentido, alerta que no solo hay que escuchar a los fiscales sino también a los abogados porque "quien sólo escuchase al fiscal recibiría una versión sesgaday, por lo tanto, falsa, de la realidad. Es preciso escuchar también al abogado si se quiere conocer la verdad completa". 
En esta línea arremete contra los medios de comunicación, pero con aquellos que "tan solo se refieren a la Iglesia para mostrar los terribles pecados de algunos sacerdotes, y lo hacen de manera insistente y reiterativa, esos medios de comunicación están realizando la labor del fiscal (¿cómo no ver detrás de esas campañas al «Acusador de nuestros hermanos»?)", expone. 
De estos medios señala que "dicen la verdad, porque los hechos que destacan en sus titulares son ciertos. Pero mienten, porque ofrecen una imagen sesgada de la Iglesia, como si, para mostrar mi casa, alguien se limitara a fotografiar el cubo de basura". 

"Jamás he conocido un caso de pederastia" 

"La Iglesia es mucho más que su cubo de basura. En la Iglesia hay miles y miles de hombres y mujeres que dan la vida generosamente por Dios y por sus hermanos. Religiosos y religiosas, sacerdotes y seglares, que, llenos de amor a Dios y al prójimo, entregan cuanto tienen sin esperar nada a cambio", remarca el presbítero. 
Seguidamente, expone el motivo de su contundente post y lo hace con un plus de esperanza:  "En más de veintitrés años de sacerdocio, jamás he conocido un caso de pederastia o de abusos sexuales por parte de ningún sacerdote de mi entorno. A gran parte de quienes ahora leen estas líneas les sucederá lo mismo. No negamos que haya sucedido lo que está saliendo a la luz; pero debemos gritar que eso, ni es toda la verdad, ni es un fiel reflejo de la Iglesia que conocemos". 

Vivir gozosamente el celibato 

A diferencia de los que piden abolir el celibato a causa de estos delitos por parte de clérigos y permitir que los sacerdotes se puedan casar, Rey Ballesteros expone un argumento diametralmente opuesto: "Cuando se culpa a la institución del celibato de semejantes crímenes, es preciso responder que quienes los han cometido no han sido, precisamente, personas que viviesen el celibato, sino hombres que han traicionado al celibato. La solución es la contraria: necesitamos sacerdotes que amen el celibato, que lo vivan gozosamente, y que, por eso mismo, sean hombres íntegros, dueños de sus pasiones y entregados a Dios y al prójimo con generosidad". 

Hablar a grandes voces 

Concluye diciendo que "no solo basta pedir perdón porque si toda nuestra respuesta se limita a avergonzarnos y pedir perdón, le acabaremos haciendo el juego al Acusador". 
Y ofrece un mensaje claro de lo que hay que hacer en la Iglesia Católica: "Es preciso dar un paso más, y dejar hablar al abogado. Es necesario que hablemos de la Iglesia que conocemos cada uno: la que atiende a nuestros pobres, la que perdona nuestros pecados, la que catequiza a nuestros hijos. Es urgente que se hable, a grandes voces, de los sacerdotes que pasan horas en el confesonario, de los clérigos que viven entregados a sus feligreses, de los religiosos y religiosas que brillan por su pureza y alegría. Si no sale a la luz la belleza de la Iglesia (y esa belleza existe, vaya si existe), estaremos participando, nosotros también, en una mentira". 
Finalmente "el mejor desagravio: una campaña en favor de la santa pureza, un esfuerzo decidido de cada cristiano por borrar, con la limpieza de su castidad, la mancha repugnante con la que los lujuriosos han empañado el brillo de la Iglesia de Cristo".

religionconfidencial.com
Juan Ramón Domínguez Palacios
http://lacrestadelaola2028.blogspot.com

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