Hasta el momento, Fernando Llopis es el español infectado por el virus que más tiempo ha pasado en la UCI y puede contarlo.
Fernando Llopis se encontraba en la UCI del hospital La Salud de Valencia desde el 29 de marzo tras contagiarse de Covid.19. El pasado 19 de agosto, después de 145 días, la abandonó aplaudido por médicos y enfermeras que lo han estado cuidando.
Fernando tiene 69 años. Antes de infectarse estaba delgado -ahora lo está mucho más-, no padecía hipertensión ni diabetes. Tampoco fumaba. Era un hombre sano. Y salvo por la edad, no se encontraba en un grupo de riesgo.
Su médico, el doctor José Manuel Segura, responsable de la UCI de La Salud, ha afirmado que Fernando “tiene mucha fe, y el apoyo de la familia y la fe le han ayudado a superar la enfermedad”.
Ingresó en el hospital el 25 de marzo, prácticamente al inicio el estado de alarma, nueve días después de que el Gobierno dictara el confinamiento. Desarrolló una neumonía bilateral que lo llevó a la UCI. Y a partir de ahí todo fueron complicaciones añadidas. Sufrió un fallo multiorgánico con un fracaso renal que obligó a practicarle hemodiálisis, explica su médico.
Casi cinco meses en la UCI, buena parte de ellos sedado, con el aparato de respiración asistida colocado, inmovilizado y sometido a diálisis, han dejado a Fernando Llopis muy debilitado. Todavía no puede andar. No tiene fuerzas. Ha podido sentarse pero no ha podido ponerse de pie y tiene dificultades para tragar, pero cognitivamente está my bien.
El ejemplo de Fernando Llopis es un estímulo para quienes han enfermado por el Covid-19 y todavía permanecen en una UCI.
La fe le ha ayudado, y lo ha comprobado el médico que le ha atendido. Fernando encarna la ilusión viva de que se puede superar la enfermedad, es el símbolo de que la fe es un apoyo ante las dificultades de la vida, también las graves de salud, y le sirve para tener en todo momento una luz y una esperanza para superar la enfermedad.
En una época como la actual, en que el pragmatismo impera, surge con frecuencia la pregunta de para qué “sirve” la fe. Sirve para todo, pues ilumina toda la existencia, con sus alegrías y dificultades, proporcionando una luz y fuerza en medio de los sufrimientos, tan frecuentes por desgracia con motivo de la pandemia.
La fe no es una medicina ni puede cuantificarse su rentabilidad. Pero en que Fernando haya salido adelante ha contribuido mucho. La fe…y la familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario