Los directivos de empresa que pasan algunos meses en países en vías de desarrollo, trabajando en proyectos humanitarios, se vuelven líderes más responsables. Esta es la conclusión del trabajo publicado por Nicola Pless y Thomas Maak, profesores de Esade, en The Academy of Management Learning & Education (AMLE) del pasado mes de junio (volumen 10, núm. 2).
De acuerdo con un resumen del estudio difundido ahora por la agencia Servimendia, del que se han hecho amplio eco diarios como Cinco Días o El Mundo, los autores del estudio afirman que estar en contacto directo con situaciones relacionadas con la pobreza transforma profundamente el estilo de gestión de los líderes y mejora sustancialmente sus habilidades para el liderazgo una vez que regresan a su país. En concreto, el 80 por ciento de éstos mejoraron en inteligencia emocional y ganaron en empatía, flexibilidad y sociabilidad.
Los investigadores han aplicado métodos cuantitativos y cualitativos para observar a todos los participantes del proyecto “Ulysses”, un programa de desarrollo del liderazgo que lleva a cabo PricewaterhouseCoopers y que implica enviar equipos de directivos a países en vías de desarrollo para trabajar con ONG, emprendedores sociales y organizaciones internacionales.
Los participantes en el programa se vieron envueltos en experiencias de trabajo en equipo y fueron retados a trasladar su conocimiento empresarial y su pericia a proyectos que tienen como objetivo reducir la pobreza, tratar los aspectos medioambientales y mejorar la salud de las personas.
PROFESIONALES POR LA ÉTICA
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