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jueves, 28 de julio de 2016

Francisco en Cracovia: "Me genera dolor encontrar a jóvenes que parecen haberse jubilado antes de tiempo"


El Papa Francisco ha lamentado este jueves que haya jóvenes que se hayan "jubilado" y les ha animado a cambiar el mundo en el primer encuentro con más de medio millón de chicos y chicas llegados hasta Cracovia para participar en la XXXI Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

A los jóvenes, Francisco les ha confesado: "me genera dolor encontrar a jóvenes que parecen haberse jubilado antes de tiempo. Me preocupa ver a jóvenes que tiraron la toalla antes de empezar el partido. Que están entregados sin haber comenzado a jugar". Y les ha animado a buscar en los abuelos, "ellos tienen la sabiduría de la vida y os dirán cosas que conmoverán vuestro corazón".
También se ha apenado por aquellos "jóvenes que pierden hermosos años de su vida y sus energías corriendo detrás de vendedores de falsas ilusiones, en mi tierra natal diríamos'vendedores de humo', y que les roban lo mejor", ha añadido.

También se ha apenado por aquellos "jóvenes que pierden hermosos años de su vida y sus energías corriendo detrás de vendedores de falsas ilusiones, en mi tierra natal diríamos'vendedores de humo', y que les roban lo mejor", ha añadido.

Por ello, el Pontífice les ha pedido a los jóvenes que no permitan que les "roben las energías, la alegría y los sueños, con falsas ilusiones".

El Papa Francisco se ha dirigido a su audiencia y ha preguntado varias veces: "¿Las cosas se pueden cambiar?". Y ha recibido el grito de aprobación de los jóvenes.

A los chicos y chicas que han llegado de todas las partes del mundo, hablando en italiano y sin traducción, Francisco les ha dicho que la respuesta es que "Jesucristo es quien sabe darle verdadera pasión a la vida".

La recomendación del Papa en este primer discurso de la JMJ ha sido: "Empieza por dejarte conmover. Porque la felicidad germina y aflora en la misericordia".

Francisco ha animado a los jóvenes "a la aventura de construir puentes y derribar muros, o cercos y alambres (...) a la aventura de socorrer al pobre, al que se siente solo y abandonado, al que ya no le encuentra sentido a su vida".

A ellos les ha invitado a tener "un corazón misericordioso" que sirve de "refugio para los que nunca tuvieron casa o la han perdido, que sabe construir hogar y familia para aquellos que han tenido que emigrar" y que también "se abre para recibir al prófugo y al migrante".


cope.es

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