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viernes, 2 de septiembre de 2011

¿Cómo no descuidar la familia por el trabajo?

   En su reciente viaje al Congo, el Prelado del Opus Dei visitó el Centro Médico Monkole, un hospital en las afueras de Kinshasa. Allí, una trabajadora le preguntó cómo compatibilizar el trabajo con su familia.
   Podéis conocer la labor de Monkole AQUÍ

   - Padre, me llamo Matondo, pero todos me llaman "Mama zii". Soy cooperadora del Opus Dei, trabajo en la administración y estoy muy contenta y orgullosa de mi trabajo.

En la formación que recibo en los centros del Opus Dei se nos habla mucho de la familia. En la administración del hospital intentamos vivir un ambiente de familia y el espíritu de servicio. Y eso me gusta mucho.

Sabiendo que eso es fruto del espíritu del Opus Dei, querríamos darle las gracias. Además, hemos preparado un regalo para usted. Es un cuadro que muestra a una mujer de campo yendo a trabajar, con su azada al hombro, la cesta sobre la cabeza, y su hijo a la espalda. Combina de ese modo la vida profesional y familiar.

- Gracias, muchas gracias.
- Aprovecho para pedir dos cosas, Padre. La primera, una pregunta: ¿Qué nos recomienda a quienes no podemos llevar a nuestros hijos al trabajo como esa mujer, pero nos gustaría combinar como ella la vida profesional y familiar?

La segunda cosa es una petición: como se habrá dado cuenta, quienes trabajamos en la administración hemos venido a la tertulia con nuestros uniformes, aunque la jornada ha terminado ya. Nos gustaría hacernos una foto con usted al final.

- Creo que sí será posible. Quería deciros que es muy importante que la vida de vuestras familias -que son familia nuestra: ¡yo quiero mucho a vuestra familia!-, que esa vida familiar la cuidéis. Que respetéis los horarios.

En Monkole y en Erisi el trabajo será duro, exigente, pero no tenéis derecho a llegar a casa con la cara cansada. Antes de entrar en casa, miraros en el espejo, -vosotras, que os gusta tanto- y sonreid. Y luego, saludad: "¿Cómo estás, cariño?". A veces, ocurre en todos los hospitales, el trabajo médico requiere más horas de las inicialmente previstas. Por ejemplo, no se hacen aún, pero llegará un momento en que aquí se harán trasplantes, y a veces podréis no llegar a la hora prevista a casa. En esos casos, tened detalles: llamad a vuestros maridos, a vuestras mujeres, y les decís: "Hay un caso importante que no puedo dejar de asistir, por lo tanto, llegaré un poquito más tarde; pero pienso mucho en todos vosotros". Y ofreceis al Señor ese retraso por la familia.

Es importante que Monkole sea también familia, como la familia de vuestros hogares. Ayudaos a vivid los horarios durante todo el día.

OPUSDEI.ORG

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