Benedicto XVI se ha reunido este viernes con 15 representantes del Consejo de la Iglesia Evangélica Alemana a quienes ha recordado que "lo más necesario para el ecumenismo" es que católicos y protestantes se ayuden mutuamente a creer, que no pierdan "lo que tienen en común" y no cedan ante "la presión de la secularización".
- En este sentido, el Papa ha recordado que "fue un error de la edad confesional haber visto mayormente aquello que les separa" y no haber percibido "en modo esencial lo que tienen en común" como "las grandes pautas de la Sagrada Escritura y las profesiones de fe del cristianismo antiguo".
Según ha explicado el Pontífice, en el testimonio "común del Dios de Jesucristo en este mundo" los cristianos reconocen "esta comunión como el fundamento imperecedero", aunque ha advertido que "por desgracia, el riesgo de perderla es real" y que, por ello, católicos y protestantes "deben ayudarse mutuamente a creer cada vez más viva y profundamente".Ausencia de Dios
Además, Benedicto XVI ha advertido que "la ausencia de Dios" en la sociedad "se nota cada vez más" y ha subrayado que "La historia de su revelación" parece "relegada a un pasado que se aleja cada vez más". "¿Acaso es necesario ceder a la presión de la secularización, llegar a ser modernos adulterando la fe?", se ha preguntado el Pontífice y ha destacado que "naturalmente la fe tiene que ser nuevamente pensada "y sobre todo vivida" de modo "nuevo", para que se convierta en algo "que pertenece al presente".
Sin embargo, el Pontífice ha recordado que "no serán las tácticas" las que "salven el cristianismo" sino una fe "pensada y vivida de modo nuevo, mediante el cual Cristo entre en el mundo".
En la cuna de LuteroDurante el encuentro, que ha tenido lugar en el Convento de San Agustín, donde el fundador de la Iglesia protestante, Martín Lutero, inició su camino teológico ha intervenido la 'obispa' de la Iglesia evangélica de Alemania Central, Ilsa Junkermann, quien ha destacado que este encuentro es "históricamente significativo" y ha pedido que católicos y protestantes encuentren "comunión en el diálogo recíproco y en la Palabra de Dios". Además, el presidente del Consejo de la Iglesia Evangélica Alemana, Nikolaus Schneider, ha recordado que Lutero es "la llave que une ambas iglesias" y ha invitado a "todos los cristianos" a alegrarse "con nosotros" por el hecho de que Dios "ha donado a todas las Iglesias una fuerte teología en un tiempo de gran inseguridad".
Emocionado por el encuentroPor su parte, Benedicto XVI ha reconocido sentirse "emocionado" al celebrar el encuentro precisamente "en este histórico lugar". El Papa ha subrayado que a Lutero "lo que le quitaba la paz era la cuestión de Dios, que fue la pasión profunda y el centro de su vida y su camino". Según ha explicado el Pontífice, la gran pregunta de Lutero fue "cómo tener un Dios misericordioso" que se encuentra "en toda su investigación teológica y en toda su lucha interior".
Así, el Pontífice ha subrayado que pocos "se ocupan actualmente de esta cuestión" y ha lamentado que "la mayor parte de la gente, también de los cristianos, da hoy por descontado que Dios no se interesa por los pecados y virtudes de los hombres". No obstante, el Papa ha recordado que el mal "no es una nimiedad" y ha subrayado que "no sería tan poderoso" si los cristianos pusieran a Dios "realmente en el centro de nuestra vida".
Además, el Pontífice ha destacado que Dios "es algo distinto de una hipótesis filosófica sobre el origen del cosmos" sino que es un Dios que "tiene un rostro y ha hablado, es Jesucristo hecho hombre". En este sentido, el Pontífice ha recordado que para Lutero "el criterio" para interpretar la Sagrada Escritura era "lo que conduce a la causa de Cristo" y ha pedido a los cristianos que pongan a Jesús "al centro de su espiritualidad" para que "oriente su vida".
Precisamente, el Papa ha recordado que los mártires "de la época nazista propiciaron el acercamiento recíproco" de ambas iglesias y ha subrayado que la fe "será la fuerza ecuménica más poderosa" en un mundo "secularizado". Tras este encuentro, el Papa y el presidente del Consejo de la Iglesia Evangélica Alemana, el pastor Nikolaus Schneider, han entrado juntos en la capilla del convento de San Agustín para presidir la celebración ecuménica.
LA GACETA
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