Arrecia la campaña del PSOE para que la Iglesia Católica pague el IBI en este tiempo de crisis. Esta información despejará vuestras dudas, si aún existen.
La campaña contra la Iglesia con el IBI como argumento pretende, como toda estrategia pública, incidir en varios frentes. Además de desactivar los efectos de la iniciativa de la Conferencia Episcopal con motivo de la Asignación Tributaria, el famosa "Por tantos" que parece haber pasado a la historia, ha añadido la maléfica pretensión de despertar la doble alma del PP, la laicista y la católica. Muestra epidérmica de ello son las diferentes actuaciones, y declaraciones, de los líderes municipales y regionales de esta formación, mientras el silencio reina en la cúpula, acompasado por mensajes subterráneos de calma a los obispos. También ha sido un signo evidente de la escasa formación general, en la clase política, en lo que a cuestiones mixtas Iglesia-Estado se refiere.
La Iglesia lamenta esta campaña por la maledicencia argumental y por
el empeño de los laicistas de turno, y la faz agitadora del PSOE y de la
izquierda, que no cesa. No se trata de pagar más o menos impuestos; la
Iglesia nunca se ha negado a pagar lo que se deba legalmente. Otra
cuestión es el juicio moral. De lo que se trata es de denunciar la
demagogia de no pocos y el silencio de otros. Y no digamos nada si en
esta ceremonia de la confusión se añade el papel de algunos medios, por
ejemplo TV, que ha emitido algunas noticias, en los telediarios de
máxima audiencia, que bien pudieran entrar en el Guinness de la
desinformación.
Un buen argumentario, en manos de medios dispuestos a ayudar a la
sociedad a entender las siempre cuestiones complejas de la relación
entre Iglesia y dinero, no olvidaría los siguientes supuestos:
- La Iglesia paga el IBI de todos los inmuebles que no estén exentos por ley.
- La Iglesia no es la única institución que está exenta del pago del
IBI. Tampoco lo pagan, entre otras, las fundaciones, las asociaciones de
utilidad pública, las federaciones deportivas, los partidos políticos,
los sindicatos, las iglesias evangélicas, las comunidades hebreas y
musulmanes. En Madrid, por ejemplo, no pagan el IBI el museo del Prado,
la SGAE, el Hotel Ritz, el Palacio de Liria, etc. Convendría estudiar
más a fondo la Ley de mecenazgo (ley 49/2002).
- Si las instituciones anteriormente citadas no pagan el IBI se debe a
que es un incentivo fiscal con el que el Estado reconoce las
actividades de interés general que realizan muchas instituciones.
- La Iglesia paga las tasas municipales. A este respecto no hay
ninguna exención prevista en la Ley sobre el pago de estas tasas.
- Si de lo que se trata, siempre de buena fe, es de pedir que la
Iglesia haga un gesto social de solidaridad en este momento de crisis,
no debemos olvidar que la Iglesia hace todos los días, en silencio,
gestos reales en favor de los pobres y de los necesitados. Podríamos
hacer una lista de obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles
que han hecho signos visibles de solidaridad económica, reduciéndose el
suelo, por ejemplo. Lista siempre incompleta, dado que muchos lo han
hecho y no lo han dicho.
El IBI no es un pecado de los hombres de Iglesia.
José Francisco Serrano Oceja
Religión Confidencial
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