El Papa se reunió con cientos de familias numerosas que lo visitaron en el Vaticano el domingo por la mañana.
Por primera vez, muchos niños ocuparon los escalones del Aula Pablo VI, para verle de cerca. Y alguno aprovechó para saltarse el protocolo.
El Papa escuchó emocionado sus historias.
"Somos personas que no eran valientes, pero que han tenido el coraje de embarcarse en la aventura más bella de la vida: la familia”.
"Somos personas que no han hecho un test antes de acoger el don. Lo hemos acogido siempre, y con gratitud”.
"Entre nosotros hay madres que ya están en el Cielo, porque han renunciado a tratamientos médicos por salvar al hijo que llevaban en su seno”.
FRANCISCO
"Antes de nada os hago una pregunta, es una curiosidad. ¿A qué hora os habéis levantado? ¿A las 6? ¿A las 5? ¿Y no tenéis sueño? ¡Ahora yo con este discurso os duermo!”
El Papa dijo que las familias numerosas son una escuela de solidaridad y generosidad, actitudes que benefician a toda la sociedad. Por eso, dio las gracias a los padres y a las madres, y lamentó que las instituciones públicas no les ayuden más.
FRANCISCO
"Cada uno de vuestros hijos es una criatura única, no se repetirá en la historia de la humanidad. Cuando esto se entiende, que cada uno ha sido querido por Dios, uno se asombra del gran milagro que es tener un hijo. ¡Un hijo cambia la vida! Todos lo hemos visto: hombres y mujeres que cuando tienen un hijo les cambia la vida, es otra cosa”.
El Papa no se fue con las manos vacías. Dos niños le llamaron y le entregaron los caramelos que el Vaticano les había regalado para el encuentro. Justo lo que había destacado Francisco: un gesto de generosidad.
romereports
No hay comentarios:
Publicar un comentario