El joven sacerdote Miguel Forcada, de Santa María de Caná, da algunas claves de cómo vivían los primeros cristianos y por qué el cristianismo se expandió.
Que quede claro que no quiero decir que los cristianos hoy no seamos ”influencers”. Bueno, seguro que unos sí, otros no. Lo que quiere decir este libro, que se enmarca dentro de la #PropuestaPrimerosCristianos, es que no está demás volver la mirada a los primeros para ver en dónde radica su fuerza, por qué el cristianismo, “cuando es odiado por el mundo, no es asunto de persuasión, sino de grandeza”.
Hay que aclarar que este libro, aunque en primera instancia está destinado a un público joven, lo puede leer cualquier persona que se pregunté cómo vivían los primeros discípulos de Jesús. Es más, el estilo ágil, directo, nada ampuloso, claro, hace muy fácil la lectura en un trabajo que por la profusión de citas de textos de los apologistas y Padres de la Iglesia pudiera ser pesado y farragoso. Todo lo contrario. Por cierto, un libro bien contextualizado, riguroso en los datos, y lleno de referencias de las Actas de los primeros mártires, en las que encontramos historias de vida fascinantes.
Cura de Santa María de Caná
Un palabra sobre el autor. Miguel Forcada Barrero es un joven sacerdote de Madrid, licenciado en Teología, especialidad Patrística. Por lo tanto, un exponente de esa magnífica generación de curas de Madrid que hacen de esta diócesis una isla en medio de un océano. De curas con la cabeza bien formada, como se puede ver en el libro, y con la comprensión nítida de su ministerio.
Ahora trabaja en la parroquia de Santa María de Caná en Pozuelo, con lo que uno imagina fácilmente cuál es el contexto en el que se nació este libro. Donde hay vida, nace vida. Donde hay
inquietudes, espíritu apostólico, la potencia creadora nos da estas sorpresas. El arco temporal del libro abarca desde el año 30 hasta el 313 aproximadamente. El ámbito geográfico principal, el mediterráneo. Y los temas, los que ayudan a darnos cuenta de lo que significa ser cristiano. Plantea el libro la
enseñanza de los Padres de la Iglesia, por lo tanto, es un texto, adaptado a los jóvenes, de la Escuela de los Padres.
inquietudes, espíritu apostólico, la potencia creadora nos da estas sorpresas. El arco temporal del libro abarca desde el año 30 hasta el 313 aproximadamente. El ámbito geográfico principal, el mediterráneo. Y los temas, los que ayudan a darnos cuenta de lo que significa ser cristiano. Plantea el libro la
enseñanza de los Padres de la Iglesia, por lo tanto, es un texto, adaptado a los jóvenes, de la Escuela de los Padres.
Claves por las que el cristianismo se expandió
¿Qué tenían aquellos primeros cristianos, compañeros nuestros en la fe, para comerse el mundo entero? ”Obedecían las leyes establecida, pero superan las leyes con su particular manera de vivir”(Carta a Diogneto). La vocación cristiana, la oración, la misa, la formación de la mente y del corazón, la forma de vida, el estilo moral, las claves de por qué el cristianismo se expandió en medio de las persecuciones, la relación de los padres con los hijos, el modo de vestir, la asistencia a espectáculos, la ciudadanía de los cristianos…
“Salud, filósofo”, le dijo Tifón por la calle. Se pusieron a hablar de la vida porque Tifón había visto que Justino llevaba las vestimentas de pensador. Pero “apenas hube dicho esto (que era cristiano), los compañeros de Tifón estallaron en una carcajada, y él, sonriendo suavemente, dijo: “Acepto algunas de las cosas que has dicho y admiro, desde luego, tu fervor por las cosas divinas. Sin embargo, más
te hubiera valido seguir profesando la filosofía de Platón o de algún otro… que no dejarte engañar por la doctrina mentirosas y seguir a los hombres miserables”.
te hubiera valido seguir profesando la filosofía de Platón o de algún otro… que no dejarte engañar por la doctrina mentirosas y seguir a los hombres miserables”.
Contesto Justino: “Si te dignas a escuchar mis razonamientos sobre ello, te darás cuenta de que no estamos engañados, y de que jamás dejaremos de confesar a Cristo, por más ofensas que los hombres nos infieran, por más que el más fiero tirano se empeñen en haceros apostatar”.
Como dice el joven autor de este libro: “Los primeros cristianos no parece que hicieran complejos planes de expansión imperialista. No está registrado que impusieran su religión con el filo de la espada. No hemos encontrado noticia alguna de que organizaran congresos y jornadas de puertas abiertas para captar nuevos adeptos. Sencillamente, vivían”.
religionconfidencial.com
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