Iniciativas "on line" y "off line" sobre la confesión

   Una buena oportunidad para recordar a algunos e informar a otros de la existencia de este sacramento, del que tal vez no oigan hablar con demasiada frecuencia

      Hace una semanas se habló mucho en la prensa de la confesión gracias a “Confession: an Roman Catholic app”, una aplicación disponible para el iPhone, iPad y iPod diseñada para ayudar a seguir los pasos del sacramento, que disponía incluso de aprobación eclesiástica (el primer “imprimatur” de este tipo). 

      Ocurrió que para hacer la noticia más interesante, algunos convirtieron lo que no es más que una guía en una especie de “confesor digital”, de modo que la polémica alimentó que se hablara del programita. Incluso el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, tuvo que salir al paso para aclarar las confusiones.

      A pesar de todo el teatrillo, pienso que fue una buena oportunidad para recordar a algunos e informar a otros de la existencia de este sacramento, del que tal vez no oigan hablar con demasiada frecuencia. 

      Esa es precisamente la preocupación de fondo de algunas pequeñas iniciativas de comunicación surgidas en Estados Unidos en estos meses, como la que ha llevado a cabo la archidiócesis de Miami: un spot de 30 segundos, emitido en televisión durante la cuaresma, en el que el mismo arzobispo explica el sentido del sacramento.

El clip no es el colmo de la creatividad (como se puede ver aquí), pero tal vez no era eso lo que buscaban. Algo que sí parece estar al centro de otra iniciativa que están llevando a cabo las diócesis de Brooklyn, Rockville Center y Nueva York. 

      Se trata de la campaña “i-Confess”, que consiste esencialmente en un concurso de video-clip de un minuto de duración con el que pretenden fomentar la creatividad y generar interés en el sacramento de la confesión. Sí está al centro, con un premio de 25 mil dólares para el vencedor, en forma de beca, más otro tanto para la escuela o parroquia promotora. Los resultados no son tal vez espectaculares, pero ya son doscientas mil personas las que han visto los videos.

Diego ContrerasLaIglesiaEnLaPrensa.com / Almudí