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jueves, 9 de agosto de 2012

Monseñor Osoro asegura que “desde el relativismo no se puede salir de ninguna crisis”

   El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, recordó ayer que “la esencia de la Universidad está en la búsqueda de la verdad”, y ha advertido que una de las razones de la situación de emergencia educativa que se da en la sociedad actual está en el relativismo, “desde el cual es imposible salir de ninguna crisis de ningún tipo”. Por ello, destacó que la “finalidad de la Universidad está en educar para la libertad, la autenticidad y ser buscadores de la verdad”.  
 
   En su conferencia titulada “Universidad e Iglesia Católica”, durante el curso sobre pensamiento cristiano que celebra la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” (UCV), de la que monseñor Osoro es también Gran Canciller, en el Seminario Diocesano Monte Corbán de Santander, Mons. Osoro se refirió al “nacimiento de la Universidad en el seno de la Iglesia Católica”, que siempre, “buscadora y alentadora de la verdad, cuida que el hombre no deje de lado a Dios, porque la verdad se manifiesta también en este Dios que se ha revelado, se ha hecho hombre y se ha manifestado como verdad”.
 
   El arzobispo de Valencia habló de la relación entre Iglesia y Universidad “en tiempos de emergencia” y, de forma especial, aludió a la “emergencia educativa”. A este respecto, recordó que el propio Benedicto XVI ha hablado sobre ello en reiteradas ocasiones. La Iglesia tiene “pasión” por hacerse presente en esta emergencia, también desde la Universidad, ha indicado.
 Asimismo, el Gran Canciller de la UCV insistió en que “en el fondo” la emergencia educativa “es una emergencia antropológica”, una de cuyas raíces se encuentra en el relativismo, “desde el cual es imposible salir de ninguna crisis de ningún tipo”, apuntó en referencia al relativismo, “una de las raíces” de esa emergencia. El problema del relativismo es su persuasión de que “no hay verdad” y que todo vale lo mismo. Así, añadió que “si todo tiene el mismo valor, no vale la pena dar la vida por nada” y reconoció que “la Universidad, que es buscadora de la verdad, no puede marginar ningún aspecto de la existencia humana, entre las que se encuentra la condición creyente”. De hecho, en el mundo “más del 95% de las personas creen, son creyentes en algo, es una condición humana que es muy importante, y que no se puede desterrar”.

Monseñor Osoro también trató el tema del perfil de los profesores. “Necesitamos maestros de la verdad” que, al mismo tiempo, “no caigan en la tentación de abdicar de su condición de maestros, ya que en estos momentos es fácil esa abdicación”. Y abogó por que “recuperen la autoridad, no del miedo, sino en el sentido auténtico de su condición por el saber que poseen”, y que estén “dispuestos a comprometerse con la educación integral, con la persona humana, en todas sus dimensiones”, en la que también se encuentra la “dimensión trascendente”.

Así mismo, resaltó la importancia de la “vocación” en el profesor universitario y su credibilidad, porque deben ser “testigos creíbles, dado que el buscador de la verdad siempre es un testigo que se hace creíble para los demás”.

Concluyó su intervención con una defensa de la Universidad “como lugar de encuentro” y un “ámbito en el que se puede evangelizar”. “Como nos dice el Papa, sin educación no hay evangelización”.
 
En esta jornada también participó Francisco Javier Romero, vicerrector de Investigación de la Universidad Católica de Valencia, que ha tratado sobre los científicos y profesores universitarios, en relación con el pensamiento cristiano.
 
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