El
ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, ha reiterado en el
Congreso que ninguna mujer irá a la cárcel por el hecho de abortar, al
mismo tiempo que ha defendido que esta ley protegerá a las mujeres
porque en el aborto “la mujer no es la culpable sino la víctima”.
Igualmente insistió en que el verdadero progreso está en la defensa de
la vida.
Desde el PSOE, la portavoz socialista en la materia, Carmen
Montón, que había criticado la ausencia de la ministra e Sanidad Ana
Mato, preguntó al titular de Justicia cuáles son las razones que le han
llevado a este Ejecutivo a reabrir el debate del aborto, y si éste se
circunscribe a criterios externos y ajenos al PP, o a “intromisiones” de
la Iglesia Católica.
El ministro se defendió preguntado a su vez al PSOE por qué modificó
la normativa en 2010, “de forma sorpresiva y unilateral”, si el Tribunal
Constitucional estableció una doctrina en 1985, que modificó esa
normativa de hace 28 años que, además, convivió con los anteriores
Ejecutivos socialistas de Felipe González y, durante seis años con
Zapatero. Pero entró en el debate y, entre otros puntos, afirmó que su
reforma responde a su programa electoral, todo lo contrari de lo que
hizo el PSOE en 2010 al llevar la reforma de la anterior ley del aborto,
aparte de que respetará el derecho a la no discriminación a todas las
personas, según las recomendaciones hechas en octubre de 2011 por la
Convención de Naciones Unidas de Discapacidad a España, a quien dio de
plazo hasta 2015 para subsanar las “contradicciones” entre la ley
española y dicha Convención, que España ratificó en 2008.
Por ello, el ministro pidió al PSOE que no reclamase al Gobierno que
abdique de una de sus convicciones “más esenciales”: “que el derecho a
la vida tenga que ser protegido por cualquier persona que crea en la
Constitución española y en los derechos humanos”. En este sentido, el
ministro señaló que el legislador no puede redactar las leyes en contra
de lo dictado, hasta en tres sentencias por el Tribunal Constitucional
sobre el aborto.
Según detalló, el Alto Tribunal establece con “rotundidad” en esa
“doctrina inteligente, sutil, razonablemente compleja y sosegada” que
“cuando existe un conflicto entre dos bienes jurídicos, ambos protegidos
por la Constitución, el legislador no puede ser cobarde y esconder su
responsabilidad y, por mucho que suscite aplausos a corto plazo y dolor a
largo plazo, no puede olvidar la defensa de uno de esos bienes
jurídicos”.
Al mismo tiempo, recordó que el TC ya dictaminó que el concebido no
nacido es un bien jurídico protegido por la Constitución, que cuando
entra en conflicto con otros bienes jurídicos protegidos por la misma,
como es el derecho de la mujer a su desarrollo personal, el legislador
tiene que resolver el problema, pero no suprimir uno de los dos bienes
jurídicos que “es lo que ustedes hicieron y proponen al querer mantener
la Ley de 2010″.
Añadió además frente a las críticas reiteradas de la diputada
socialista que el PSOE hace un discurso “antiguo y superado”, un
comentario que suscitó las protestas socialistas desde sus escaños, a la
vez que insistió en que está convencido de que el “auténtico progreso
le hará hacer una autocrítica severa” al PSOE.
Finalmente, tanto Gallardón como Montón han querido recordar qué
hicieron cuando en 1985 se aprobó la anterior Ley del Aborto. El
ministro de Justicia ha recordado que se acababa de sacar la oposición
de fiscal y que ayudó a su padre a elaborar el recurso que presentó el
PP ante el Tribunal Constitucional, y que daría como fruto la citada
doctrina de 1985. “Esa sentencia del TC reconoce el derecho a la vida,
de las mujeres, dice que esos derechos terminan donde empiezan los
derechos de los demás y en este caso del concebido no nacido. No tenga
ninguna duda de que la oportunidad de sacar adelante este proyecto y de
volver a la defensa de los valores reconocidos por el TC y desde el más
absoluto respeto a los derechos de las mujeres, de dar una batalla por
los derechos de los más débiles justifica mi vida política”, recordó.
Montón, por su parte,se encontraba en la Plaza de las Cortes
reivindicando los supuestos derechos de las mujeres para poder decidir
sobre su maternidad.
En el debate también participó la dirigente socialista Elena
Valenciano ala cualel ministro le dijo secamente qu el auténtico
progreso está en la defensa de la vida.
ANÁLISIS DIGITAL
Ayer acabé de ver la película San Agustín, con Franco Nero, para retomar la lectura largamente dejada de lado de Las Confesiones.
ResponderEliminarEl abogado de la corte que iba a enseñar a Agustín, antes de su conversión, a ser abogado, le preguntó si tendría valor para vivir sin preocuparse de la verdad. La verdad, para él y para Agustín en ese momento, era la ley positiva, La verdad no existía. La verdad se creaba con las palabras. La verdad se la llevaba el mejor orador en un juicio.
Después de su conversión no cesaba de hablar del Amor, y de Jesucristo que es la Verdad.
Para muchos en este país, por contagio, para otros por ideología, la Verdad no existe, se crea. La ley humana es el todo.
La Iglesia es una de las comunidades humanas que defienden la Verdad. Y al final, es la Verdad que nos hará libres.
Jordi Picazo en facebook