Recuperar lo nuestro
Nick y Meg. Un matrimonio mayor. Ambos son profesores universitarios y pasan un fin de semana en París para celebrar su aniversario. Aunque se quieren y existe una innegable complicidad entre ellos, algo se ha deteriorado en la relación. Ella habla de separarse. Pero entretanto recorren la ciudad algo alocadamente, gastan el dinero que no tienen y acuden a una fiesta que da un viejo compañero de estudios de Nick, con el que se han encontrado casualmente.
Después de Venus y The Mother, Roger Michell vuelve a asociarse con el guionista Hanif Kureishi. De nuevo miran ambos a la ancianidad, la etapa en que son más las puertas que se cierran que las que se abren. Los hijos ya no están en casa, la carrera profesional va en declive, los temores asoman, y la sombra de lo que se creyó era un atisbo de posible infidelidad asoma para poner a prueba la constancia de un amor mantenido a lo largo de muchos años, no sin dificultades.
Le Week-End es una película de apariencia sencilla y ligera, sostenida en grandísima medida por la pareja protagonista, magníficos Jim Broadbent -premiado como mejor actor en San Sebastián- y Lindsay Duncan, en la que pasan pocas cosas. Pero tiene el mérito de capturar el “mood” del amor conyugal en una etapa otoñal donde la pasión todavía existe, pero cobra nuevas formas, no necesariamente más maduras, pero sí al menos más sabias y experimentadas. Michell y Kureishi muestran la fortaleza de ese vínculo, donde se nota que, a pesar de los pesares, los ancianos amantes son verdaderamente “una sola carne”.
almudí
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