Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!
Este año la celebración de la Navidad adquiere un tono peculiar, consecuencia de la emergencia sanitaria mundial que estamos viviendo. Quizá llevemos hasta Belén, para poner ante la Sagrada Familia, también alguna preocupación o sufrimiento particular.
Contemplar al Niño Jesús en el pesebre o en brazos de su Madre, en un entorno lleno de limitaciones, también materiales, nos ayuda a ver con los ojos de la fe el sentido divino y humano de todo lo que sucede, procurando descubrir también en las presentes circunstancias el amor de Dios por cada una y cada uno. Jesús Niño nos llama a vivir con un corazón libre, desprendido de las cosas de esta tierra, que sabe descubrir lo verdaderamente importante.
Pongamos estas intenciones en manos de san José, especialmente en este Año santo que el Papa acaba de convocar.
Con mi bendición más cariñosa, os deseo una muy feliz Navidad.
vuestro Padre
Navidad 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario