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lunes, 17 de mayo de 2021

Museos en España: lo que está por venir

 

Propuesta de ampliación del MACBA
El próximo 18 de mayo se celebrará una nueva edición del Día de los Museos, cuyo lema este año se ocupa de su futuro, «recuperando y reimaginando» su sentido tras el paso del covid. Si en 2020, los principales centros artísticos de nuestro país tuvieron que celebrarlo a puerta cerrada, este 2021 nos unimos a sus iniciativas también ‘de forma virtual’, en el sentido de que nos ocupamos de los que están por venir en los próximos meses o años. Los que pronto reforzarán el frágil, pero tupido, mapa museográfico español.

Colección de colecciones

La cosecha de museos de 2021 comenzó fuerte en febrero con la puesta en marcha del Helga de Alvear, en Cáceres, destinado a recoger una de las

 colecciones privadas más importantes de España. Su edificio de Emilio Tuñón, comparte firma con el futuro Museo de Colecciones Reales, que, pese a que comenzó a construirse en 2006, cuenta ya con fecha de apertura hacia finales de 2022, con un lustro largo de retraso.

Para cuando así sea, sus más de 40.000 m2 darán a conocer la riqueza y diversidad de las Colecciones Reales, esto es, quince siglos de Historia de España, que, pese a un origen vinculado a la Monarquía, da pie a un conjunto de más de 155.000 piezas de toda naturaleza y que son patrimonio público.

Fachada del futuro Museo de Colecciones Reales en Madrid
Fachada del futuro Museo de Colecciones Reales en Madrid

El edificio, situado en el complejo del Palacio Real en Madrid, dedicará hasta 5.000 m2 a la exhibición de unas mil piezas de muy distinta naturaleza, distribuidas en tres plantas: una dedicada a la Casa de Austria, con un preámbulo reservado a las coronas medievales y los Reyes Católicos, y en la que se integrarán los restos arqueológicos medievales descubiertos durante la construcción del museo; una segunda para la Casa de Borbón y una tercera para temporales y conjuntos singulares.

Su recientemente nombrada directora, Leticia Ruiz Gómez, está llamada a culminar un proyecto que como tal nació en 1935 y que, en sus palabras, por sus tesoros, «habrá de hacernos sentir tan orgullosos como el Museo del Prado o la Biblioteca Nacional».

Hacerse grande

No todo lo que llegará se basa en la novedad, sino que también incluye planes de actuación en viejos conocidos que mudan la piel. Es el caso del MACBA, que recientemente daba a conocer la propuesta ganadora de UTEHarquitectes y Christ & Gantenbein de cinco finalistas, que se ocupará de su ampliación antes de 2023.

‘Galería’, su nombre, es para Ferran Barenblit, su todavía director, culminación de un «anhelo» del museo: «Institucionalmente, nos permite construir dialogando con la ciudad, a través de un concurso y no de una imposición. Y construimos ‘creando ciudad’, pues la estructura resultante, acaba y cierra de forma acertada la plaza dels Àngels, siendo respetuosa con el proyecto de los 80, e impulsando la idea del museo como espacio público».

La actuación, con un peso específico en el lado sur de la plaza, dialoga con el edificio ya ‘histórico’ de Richard Meier, pero, sobre todo, une todas las instalaciones del centro (Capella y Convent dels Ángels) a través de un pasillo subterráneo, mientras aporta una terraza a ocho metros de altura que a Barenblit le recuerda a la que activó en el CA2M. Y lo que no es menos importante: permite crecer en 3.000 m2, y sacar de los almacenes buena parte de una colección que hoy suma unas 6.000 obras, «lo que redunda en ampliar los discursos de un conjunto que ya de por sí cuenta una historia antihegemónica de la Historia del Arte contemporáneo»: «La ampliación triplica el espacio expositivo disponible hasta hoy, pero lo fundamental es que multiplica por mil las posibilidades del centro», concluye.

Infografía de la propuesta del CAAC para el Pabellón dle Siglo XV
Infografía de la propuesta del CAAC para el Pabellón dle Siglo XV

En Sevilla, la estrategia del CAAC es otra: no se construye para crecer, sino que suma un inmueble cercano, el Pabellón del Siglo XV de la Expo’92. «Cuando el Monasterio de la Cartuja se rehabilitó para participar en esta cita no se pensó en él como futuro museo. Eso obligó a ir cerrando salas para convertirlas en almacenes», explica Juan Antonio Álvarez Reyes, su director actual.

La recuperación de este segundo edificio, sin uso desde los noventa, será llevado a cabo por Fernando Visedo Manzanares, ganador de un concurso financiado con 4 millones provenientes de los fondos FEDER. Su intervención facilitará que el CAAC cuente con áreas de almacén, que además se pretende que sean visitables, así como una sala de exposición de unos 2.000 m2 para mostrar de forma permanente parte de la colección del centro. «En diez años, y gracias a donaciones, adquisiciones y depósitos, el CAAC ha duplicado sus fondos. El nuevo edificio libera un ala entera del actual, y con ello, invita a reordenar nuestras propuestas».

Naves de Demetrio Ribes en Valencia, nueva sede del IVAM
Naves de Demetrio Ribes en Valencia, nueva sede del IVAM

Por su parte, el IVAM genera una tercera sede (que se suma a la de Julio González y a la situada en Alcoy desde 2018), tras la cesión de la Consellería de Cultura, a través del Ayuntamiento de Valencia, de los edificios del arquitecto Demetrio Ribes en la zona de Parc Central, la que ha de recuperar, tras el soterramiento de las vías de tren, los barrios de Ruzafa y Malilla para la ciudad.

Lo cuenta Nuria Enguita, su directora:«Esta antigua nave almacén de arquitectura industrial de unos 1.000 m2 dará pie a dos salas expositivas donde queremos, por su estructura y naturaleza, tender a modelos más experimentales». Ello supondría asimismo que la colección gane peso en la sede central, en un ejercicio que supone una inversión de dos millones de euros y que entierra la idea de convertir el solar anexo al IVAM (actual Jardín de Esculturas) en base de una ampliación que en su día se adjudicó a SANAA: «Qué duda cabe que el IVAM en un futuro se tendrá que ampliar, pero eso dependerá de otros planes urbanísticos». De momento, y cuando la pandemia lo permita, el Jardín se planteará como prolongación del centro, en absoluto estática.

Sin levantar un solo muro

Diez años lleva el Museo Reina Sofía (los del mandato de Manuel Borja-Villel) trabajando en la reordenación de la colección, una ardua labor interrumpida por todas las crisis vividas por el país desde que se comenzara y que ahora se culmina. En esta década, «el mundo se ha convertido en otra cosa», dice el director, a lo que el museo da respuesta desde esta semana con un primer capítulo de un programa de seis –que irán abriéndose progresivamente en Sabatini– en un deseo de hacer una lectura «no patrimonial, feminista, descolonizadora, inclusiva y contando con la voz del exilio» de los siglo XXy XXI.

Cuando eso culmine en noviembre, el museo habrá hecho magia y recuperado para su colección hasta 5.000 m2, articulando una narración con más de 2.000 piezas, las cuales, en un setenta por ciento, no se han visto hasta ahora.

Obras de Lygia Clark en el nuevo montaje de la colección del Museo Reina Sofía
Obras de Lygia Clark en el nuevo montaje de la colección del Museo Reina Sofía

El primer ‘fragmento’ del relato, ya visitable, el titulado ‘Nos ven: De la modernidad al desarrollismo’, lee el siglo XX con ojos del XXI, poniendo el acento en la hegemonía estadounidense tras la IIGM, pero atendiendo al contrapunto utópico latino, al papel de ‘las’ artistas y la crisis de la masculinidad, al neocolonialismo y al ‘display’ expositivo como modelo propagandístico... Entre medias, disciplinas poco atendidas por el museo hasta la fecha, como la arquitectura, el diseño o el libro de artista, irán haciendo acto de presencia.

Aparcado queda, de momento, el salto que quería hacer el Reina a Tabacalera para generar allí un espacio de residencias. No hay presupuesto.

¡Que vienen los rusos!

Un mes se han dado de plazo la Autoridad Portuaria de Barcelona y el Ayuntamiento de la Ciudad Condal para resolver un bloqueo que dura ya más de un año y que decidirá el futuro de la franquicia del Hermitage de San Petersburgo en España, una idea que nació en 2016 y que se ha encallado por la presión turística que supondría en el emplazamiento acordado, la plaza Rosa dels Vents, en la Barceloneta.

Infografía del edificio de Toyo Ito para el Hermitage de Barcelona
Infografía del edificio de Toyo Ito para el Hermitage de Barcelona

Lejana se ve la fecha de apertura de 2022 que se apuntaba cuando el proyecto final se publicó en 2019, en el que la joya de la corona es un edificio de Toyo Ito caracterizado por formas sinuosas que generan espacios fluidos, sin límites, entre sus salas y sus cuatro plantas, y con una cubierta transitable. La museografía quedaría en manos de Total Museology, empresa creada en 2014 por el fallecido Jorge Wagensberg, uno de los principales defensores del centro, De sus seis salas expositivas, una de ellas se emplearía para los fondos del museo ruso (que rotarían cada cinco años) y una segunda se dedicaría a una supuesta colección propia, una de los alicientes de la propuesta.

La lista se amplía

No son solo museos los que hacen las presentaciones. También instituciones de distinta naturaleza: Tras desechar Matadero, La Fundación Sandretto podría disponer de sede pronto en Madrid (y suena el espacio de La Ingobernable). La colección Censored Art apuesta finalmente por Barcelona para asentarse, un anuncio que se hará a finales de mes. En julio, abre Hauser and Wirth en Mahón con Mark Bradford, una propuesta que supera el concepto de galería... A todos habrá que decirles muy pronto –y en persona– feliz día de los museos.

abc.es

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