En su última noche en México, con un sombrero de charro que una joven le obsequió y con el Cielito lindo interpretado por un mariachi, el papa Benedicto XVI afirmó que México permanecerá para siempre en su corazón.
En un hecho no visto en sus anteriores viajes apostólicos, el sucesor de Juan Pablo II decidió salir, pasadas las nueve de la noche, de su residencia para saludar a quienes aguardaban afuera del edificio.
Lo hizo acompañado del nuncio apostólico, Christophe Pierre. Dijo: "ahora puedo decir que México va a permanecer siempre en mi corazón; puedo decir que desde hace mucho tiempo he estado orando por México, pero a partir de ahora voy a orar mucho más. Ahora puedo entender por qué el papa Juan Pablo II decía 'Ahora me siento un Papa mexicano'", externó el Vicario de Cristo.
Ante estas palabras del Pontífice, una multitud emocionada le pedía: "No te vayas, quédate con nosotros", "Te queremos, Benedicto, te queremos" o "¡Benedicto, hermano, ya eres mexicano!".
El Papa aseguró que nunca había sido recibido con tanto entusiasmo.
"Queridos amigos, yo me siento muy bien con ustedes, pero deben entender que mañana tengo otro viaje a Cuba, aun así me voy a retirar con mi bendición", les había dicho previamente.
Benedicto XVI fue ovacionado y aplaudido; entonces el Papa pronunció la fórmula para dar la bendición, y deseó buenas noches a todos.
El Papa ha dejado hoy México a las 8:45 horas. Se trasladará al Aeropuerto en helicóptero. Ahí se efectuará la ceremonia de despedida, pues viajará a Cuba.
RELIGIÓN CONFIDENCIAL
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