La brutal crisis económica que padece España está provocando, como un cierto efecto colateral, el afloramiento de importantes niveles de corrupción política, especialmente llamativos en lo que se refiere al manejo de recursos públicos.
En este contexto, el nuevo Gobierno dio a conocer el pasado viernes las lineas fundamentales de un Anteproyecto de Ley de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, así como de una Ley Orgánica complementaria de naturaleza penal.
Su objetivo es “ampliar y reforzar la transparencia en la actividad
pública, reconocer y garantizar el derecho de acceso a la información y
establecer las obligaciones de buen gobierno que deben cumplir los
responsables públicos así como las consecuencias derivadas de su
incumplimiento”.
Como novedad, además, el Gobierno ha anunciado que los ciudadanos
podrán consultar, en la web del Ministerio de la Presidencia y por un
período de quince días, el texto de este Anteproyecto de Ley y realizar aportaciones al mismo.
De este modo, el debate sobre la necesidad de la ética política se ha convertido en un tema central de la agenda pública española.
Una cuestión compleja por cuanto, aun requiriendo un marco jurídico
adecuado, en absoluto puede quedar reducida a los límites de un Código
Penal. Como recuerda hoy el magistrado Enrique López en La Razón en una Tribuna que lleva por título “Servir frente a servirse”, hay detrás de este tema una cuestión mucho más amplia sobre la concepción moral del poder político. “Los que ejercen una autoridad -escribe- deben entenderla como un servicio. El que quiera ser grande entre vosotros será vuestro esclavo
(Mateo 20, 26)”. Una cuestión, en definitiva, de virtud personal de los
políticos, pero en la que “también se debe corresponsabilizar la
sociedad para estar imbuidos de estos valores, y (…) para permitir que
mediante los cauces adecuados puedan exigir el cumplimiento de tales
exigencias”.
En definitiva, como explicaba el domingo en el mismo diario Javier Gomá, director de la Fundación Juan March, “no
basta para que haya una sociedad armónica con que los políticos cumplan
las leyes, no es suficiente. Se requiere un plus de responsabilidad
moral. (…) El problema de la crisis es que está tratando de
resolver problemas de la vida privada a través de la reforma de las
instituciones. A veces se puede tener la sospecha de que tanta reforma en las leyes pudiera esconder lo importante, que es la de la propia vida“.
PROFESIONALES POR LA ÉTICA
Ver el texto completo del Anteproyecto de Ley de Transparencia y realizar aportaciones en el proceso de consulta pública.Leer el texto completo de la Tribuna de Enrique López “Servir frente a servirse” (La Razón, 26/03/2012).
Leer la entrevista a Javier Gomá en La Razón “Es necesaria una regeneración de la vida” (25/03/2012).
Leer también en La Razón del domingo 25/03/2012 los reportajes “España castiga la corrupción” y “La corrupción el estigma de la política”, y las tribunas “La buena gobernanza” de Manuel Villoria y “España y la transparencia global” de Ben Harris.
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