Ante los miles de fieles
congregados en la Plaza de San Pedro, Benedicto XVI ha señalado que
Jesús fue alzado en la Cruz "para que cualquiera que está en peligro
de muerte a causa del pecado, dirigiéndose a El con fe sea salvado".
"Dios, de hecho no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que
el mundo se salve por El", ha destacado el Papa de un texto de San
Juan.
Así, el Pontífice ha indicado que, a veces, el hombre "ama más las tinieblas que la luz, porque está apegado a sus pecados". "Pero es solo abriéndose a la luz, es solo confesando sinceramente las propias culpas a Dios, que se encuentra la verdadera paz y la verdadera alegría", ha señalado.
"En el itinerario hacia la Pascua, hemos llegado al cuarto domingo de Cuaresma. Es un camino con Jesús a través del 'desierto', es decir, un tiempo para escuchar más la voz de Dios y también desenmascarar las tentaciones que hablan dentro de nosotros", ha añadido.
Por otra parte, Benedicto XVI ha querido agradecer "de corazón" y de manera anticipada a todo aquellos que le incluyan en sus oraciones en el día de su onomástica, este lunes 19 de marzo, día de San José.
THE VATICAN
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