Nace en Roma el Observatorio de la
Libertad Religiosa, un órgano promovido por el ministerio del Exterior
italiano (guiado por Giulio Terzi de Santagata) y por el alcalde de la
capital italiana, Gianni Alemanno. La idea nació hace ya algún tiempo,
durante la visita de Alemanno a Benedicto XVI. El Papa había hecho notar que Roma tenía un papel fundamental para defender la libertad religiosa y en particular en la denuncia de las persecuciones de los cristianos perpetradas en todo el mundo.
Mientras tanto, el ministerio del Exterior estaba pensando en una
iniciativa análoga a las que se han puesto en marcha en otros países,
como en los Estados Unidos y Canadá (aunque Estados Unidos ha anunciado
que este año, por primera vez, no publicará el tradicional informe sobre
la libertad religiosa en el mundo). Ambas iniciativas se cruzaron y
dieron origen al Observatorio que coordinará el sociólogo Massimo
Introvigne, fundador del Centro de Estudios sobre las nuevas religiones y
representante de la OSCE en 2011 para la lucha en contra del racismo,
la xenofobia y la discriminación, con una atención particular a la
discriminación en contra de los cristianos y de los miembros de otras
religiones.
En el protocolo del acuerdo entre Roma y el ministerio del Exterior
se subraya que el segundo ha dedicado «a la defensa de la libertad
religiosa y de culto, como a la defensa de las minorías religiosas, una
relevancia fundamental en la política exterior italiana, promoviendo la
adopción, en 2010, por parte de la Unión Europea de un “Plan de acción”
sobre la libertad de religión o de culto y poniendo en marcha en las
oportunas sedes institucionales internacionales numerosas iniciativas
para apoyar las políticas que contrarrestan las discriminaciones
directas o indirectas que se basan en la religión».
El mismo documento también recuerda que «Roma Capital, además de las
responsabilidades que tiene por ser capital de la República, asume
conscientemente el papel histórico de ser “centro de la cristiandad,
punto de encuentro entre culturas, religiones y etnias diferentes”,
papel con respecto al cual ha asumido el compromiso de “promover el
diálogo, la cooperación y la pacífica convivencia entre los pueblos”».
Además de Introvigne, los cuatro miembros del Observatorio son: dos
diplomáticos (Diego Brasioli y Roberto Vellano), con experiencia en el
sector de los derechos humanos, y dos personalidades del mundo católico,
como Anttilio Tamburrini (autor del principal informe anual sobre la
libertad religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada) y Roberto Fontolan,
periodista y responsable del Centro internacional de Comunión y
Liberación en Roma. Todos ofrecerán sus servicios gratuitamente.
La primera aparición pública que ha organizado el nuevo Observatorio
se llevará a cabo el 28 de junio por la mañana en Roma, en la Asociación
de la Prensa Extranjera. Participará el arzobispo de Baltimore, William
E. Lori, con una reflexión sobre la “Religious Liberty: God’s Gift to
all Nations is our Responsibility to Defend”. El arzobispo Lori es uno
de los miembros del episcopado estadounidense que se encuentra en
primera línea en la crítica hacia la reforma sanitaria del presidente
Barak Obama.
Puede parecer curioso que, con las graves violaciones de la libertad
religiosa que se verifican en todo el mundo, el bautismo del nuevo
organismo se centre en los Estados Unidos. Pero ya se está trabajando en
una iniciativa dedicada a Nigeria. El nacimiento del Observatorio está
muy bien visto y será seguido con interés desde el Vaticano
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