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sábado, 4 de abril de 2015

Carta del Prelado del Opus Dei (abril de 2015)


   El Prelado habla en su carta del papel insustituible de los padres en la educación de sus hijos, en el contexto del Año Mariano por la Familia

   En su Carta pastoral de este mes, iniciada ya la Semana Santa, las primeras palabras de Mons. Javier Echevarría se dirigen a la Santísima Virgen, manifestando un ruego: que el año mariano que recorremos en su honor, avive nuestro deseo personal de meternos a fondo en las escenas de la pasión, muerte y resurrección del Señor, en el próximo triduo pascual.

Después de referirse a los sacramentos de la iniciación cristiana –el bautismo, la confirmación y la Eucaristía−, que la Iglesia administra en el curso de la Vigilia pascual, en la que se nos invita a renovar los compromisos que, en nuestro nombre, profesaron entonces nuestros padres y padrinos, o quizá nosotros mismos, propone considerar la importancia de estos sacramentos en el caminar de las familias cristianas, y que brote nuestra gratitud diaria a la Trinidad Beatísima por estos misterios salvíficos, que hacen posible que participemos en las riquezas divinas, afirmando que todos podemos y debemos ayudar en la tarea de evangelización de la familia, del modo más apropiado a nuestras circunstancias individuales.

Manifiesta el Prelado que, al escribir esta Cartase me va el pensamiento a quienes trabajan en escuelas −públicas o privadas−, en contacto inmediato con padres y madres, con tantas y tantos jóvenes que frecuentan esas aulas, con profesores con quienes comparten la responsabilidad educativa. A todos os recuerdo que vuestra tarea, de primordial importancia, no ha de limitarse a transmitir unos conocimientos que prepararán a los alumnos para el futuro; ocupaos −ya sé que lo hacéis− de la formación integral de los niños y de los adolescentes en los diferentes aspectos −humanos, espirituales, religiosos−, tan propios de la educación cristiana, y hace especial hincapié en el papel de los padres y de las madres y, en cierto modo, también de los demás componentes de la familia, a los que el Papa Francisco se refiere en un Discurso de finales del año 2014.
Después de afirmar: ¡Cuánto bien aportan los padres que se toman en serio esta misión! Por eso, la primera necesidad se concreta en la presencia habitual del matrimonio y de los hijos en el hogar, con la persuasión de que esa casa puede y debe ser "antesala" del Cielo y escuela de caridad, porque las alegrías y las penas de uno son penas y alegrías de los otros miembros de la familia, rememora algunos ejemplos de la experiencia personal de San Josemaría, quien en la casa de sus padreaprendió a llevar una auténtica conducta cristiana, acomodada en cada momento a las circunstancias de su edad; y lo agradecía profundamente a Dios al final de sus años, cuando acudían a su memoria sucesos, grandes y pequeños, de aquellos primeros tiempos de infancia y de juventud. De su propia situación, y de su amplia experiencia sacerdotal, provenían los consejos que ofrecía a los padres y madres de familia.
Pide el Prelado a todos continuar muy unidos a mis intenciones, de modo especial el próximo día 20, aniversario de mi nombramiento como Prelado de la Obra, y aumentar la oración por el Papa y sus colaboradores, y para concluir, insisto en que tratemos de participar muy a fondo en los ritos litúrgicos del triduo sacro y luego en el tiempo de Pascua. Animad a vuestros amigos, parientes y colegas a obtener mucho provecho de estos días santos. Y empeñémonos en llenar las calles y nuestros hogares de acciones de gracias, de actos de reparación, de comuniones espirituales, manifestando de este modo al Señor y a su Santísima Madre los sentimientos más profundos de nuestro corazón.
Todas las Cartas del Prelado del año 2015 en pdb y  en ePub

opusdei.es / almudi.org

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