“Cuando el pasado 31 de enero el Ministro de Educación anunció la sustitución de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, estaba anunciando de soslayo la victoria de gran parte de la sociedad sobre una imposición ideológica perpetrada por el gobierno socialista. Una imposición contra la que se rebelaron asociaciones, políticos, profesionales, medios e instituciones, pero que generó una contestación social sin precedentes: el movimiento objetor contra la EpC“.
Con este párrafo inicia Mariano Bailly-Baillière, portavoz de la plataforma de padres Objetores.org, una oportuna reflexión que, con el título “La sociedad civil contra el Estado”, antes de ayer publicaba en su edición en papel el diario La Gaceta.
“Este movimiento -añade Bailly-Baillière- no se articuló en torno a propuestas políticas o ideológicas. Se trata precisamente de un movimiento social que denuncia la invasión ideológica de ámbitos de libertad sociales: la escuela, la familia y la conciencia propia. Es una rebelión de la sociedad civil contra el Estado. Un Estado que, excediendo sus derechos, pretende impregnar ideológicamente la vida social e individual de los ciudadanos. De ahí que, sin otro nexo de unión que la defensa de nuestros ámbitos de libertad, miles de padres y ciudadanos hemos mantenido desde entonces una movilización denunciando esta injerencia”.
La novedad histórica del movimiento de padres objetores a EpC marca, posiblemente, un antes y un después en la defensa de los derechos fundamentales y la subsidiariedad en España. Ha sido un largo y complejo camino lleno de experiencias y aprendizajes útiles y, en todo caso, como concluye en su artículo el portavoz de Objetores.org, “lo que ya no tiene vuelta atrás es el mensaje que los objetores pueden legar a una sociedad cada vez más alejada del Estado. Y es que la defensa de las libertades sociales nos corresponde a los ciudadanos, no solo de modo reactivo ante injerencias estatales, sino proactivo, limitando las competencias del Estado de modo que su papel revierta en el de garante de la libertad, la diversidad y la iniciativa personales. No podemos esperar que la libertad se nos conceda: la libertad hay que tomársela“.
Por su interés, reproduzco a continuación el contenido íntegro del referido artículo.
PROFESIONALES POR LA ÉTICA
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