Con
motivo de la Semana Santa, el Prelado reflexiona sobre la institución
de la Eucaristía. El centenario del aniversario de la primera Comunión
de san Josemaría, el 23 de abril, le sirve para impulsar a recibir este
sacramento cada día con más piedad
Es la Eucaristía el tema central de la Carta de Mons. Javier Echevarría de este mes de abril, que escribe al comienzo de la Semana Santa, en la que la
Iglesia revive en la liturgia los grandes misterios de nuestra
redención. Comencemos, pues, con una profunda acción de gracias a Dios
por las grandes maravillas que ha realizado en favor de los hombres. Y
dispongámonos con creciente intensidad a acompañar a Nuestro Señor en el
Triduo sacro, acercándonos a Él en esas horas dolorosas de su entrega
por nosotros, para asistir también a su exaltación gloriosa y que ha de ser, con palabras de San Josemaría en Es Cristo que pasa, «una ocasión de ahondar en la hondura del Amor de Dios, para poder así, con la palabra y con las obras, mostrarlo a los hombres».
Debería
resultar fácil llenarnos de asombro y de gratitud ante el anonadamiento
de Dios en la Eucaristía. Y muchas veces no sucede así, afirma, y plantea unas preguntas que tanto él como el Santo Padre proponen, que
esperan una respuesta personal, comprometida, de parte de cada una y de
cada uno de nosotros. Roguemos sinceramente al Espíritu Santo que
suscite esa respuesta en el fondo de nuestras almas y que sepamos acoger
su gracia generosamente, con la entrega total de nosotros mismos a
Nuestro Señor: ‘amor con amor se paga’.
Recuerda que el próximo día 23 se conmemora el
centenario de la primera Comunión de San Josemaría; y esta fecha supone
un acicate para que sus hijas y sus hijos en el Opus Dei cuidemos con
más piedad la participación en la Santa Misa y, de modo especial, la
Sagrada Comunión, y da algunas pinceladas
que nos ayuden a ahondar en algún aspecto de la piedad eucarística de
nuestro santo Fundador y mejorar así nuestro trato personal con Jesús en
el Santísimo Sacramento.
También ese día, continúa, es aniversario de la Confirmación de nuestro Padre (…) desde
muy pronto, el Espíritu Santo fue realizando su labor en el alma de
nuestro Padre con mayor intensidad, preparándole para acoger con mucho
fruto las gracias que había de concederle más adelante.
No dejemos de rezar por el Papa, pide antes de finalizar, especialmente
el día 19, séptimo aniversario de su elección, y también el 16, fecha
en la que cumplirá 85 años. Repitamos con fe la plegaria de las Preces,
que nuestro Fundador tomó del acervo litúrgico de la Iglesia: Dominus
conservet eum, et vivificet eum, et beatum faciat eum in terra, et non
tradat eum in animam inimicorum eius («Que el Señor le guarde, y le dé vida, y le haga feliz en la tierra, y no le entregue en poder de sus enemigos»).
Y para terminar: Me
encomiendo también yo a vuestras oraciones, especialmente en el nuevo
aniversario de mi elección y nombramiento como Prelado, el día 20. Así
nos mantendremos ‘consummati in unum’, en unión de corazones y de
intenciones con san Josemaría, que nos bendice a todos desde el Cielo. Y
rezad por el viaje a Camerún que me propongo realizar en la semana de
Pascua.
OPUSDEI.ORG / ALMUDÍ
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