Quedan vivos 69 padres conciliares. Ellos ya eran obispos hace 50 años y participaron en el Concilio Vaticano II. El Papa se reunió con ellos para celebrar el aniversario y recordó la intensidad con que vivieron aquellos años decisivos para la Iglesia.
Benedicto
XVI se refirió a una palabra italiana que con frecuencia empleó el Papa
Juan XXIII: aggiornamento, significa algo así como “actualización”,
pero el Papa dijo que con frecuencia se ha malinterpretado.
“Estoy
convencido de que la intuición que el beato Juan XXIII compendió con
esta palabra fue y es todavía exacta. El cristianismo no debe
considerarse como “algo del pasado”, ni debe vivirse mirando
perennemente “hacia atrás” porque Jesucristo es ayer, hoy y para la
eternidad”.
El Papa dedicó también unas
afectuosas palabras a los Padres conciliares que no han podido acudir a
Roma por su avanzada edad o porque están enfermos.
“Al
responder a la invitación para esta conmemoración, en la que no han
podido estar presentes por motivo de su avanzada edad y de salud,
muchos de ellos han recordado con palabras conmovedoras aquellos días,
asegurando la unión espiritual en este momento, también con el
ofrecimiento de sus sufrimientos”.
Y antes de marcharse el Papa agradeció a los veteranos obispos el trabajo que realizaron hace 50 años.
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