Se eliminará definitivamente la “Educación para la Ciudadanía” y se introducirá una asignatura alternativa a la de Religión

   El Anteproyecto de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) que ha aprobado el ministerio de Educación y que ayer se debatió entre los consejeros de Educación de todas las Comunidades Autónomas, suprime finalmente la polémica asignatura impuesta por el anterior Gobierno socialista “Educación para la Ciudadanía”. Incluso se elimina del anteproyecto la que iba a sustituirla con otro nombre.

   Las reacciones a este borrador de la nueva ley de educación no se han hecho esperar. La Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos y Padres de Familia (CONCAPA) la ley de Mejora de Calidad Educativa (LOMCE) ha aplaudido la decisión del ministro Wert de eliminar la materia de Educación para la Ciudadanía (EpC) así como la reaparición de alternativa a Religión. En sentido contrario, que la laicista Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) tacha los cambios de la reforma de “clasistas” y “conservadores”, exactamenteigual que ha hecho el PSOE.


   CONCAPA considera además “una gran noticia“ que el borrador “defienda el derecho de los padres a educar a sus hijos en castellano en cualquier lugar de España si así lo desean, prefiriendo que se lleve a cabo en el centro donde están escolarizados, siendo los gastos generados por cuenta y cargo de la administración autonómica correspondiente. Asimismo, valora positivamente aspectos como que la mitad del contenido y horarios de las materias troncales los fije el Estado, mientras que los contenidos de las específicas, sean competencia de las comunidades autónomas, pues, a su juicio, “ésta es la única forma de salvaguardar la movilidad de familias y profesores entre las diferentes CCAA y de evitar las grandes diferencias de nivel entre las mismas”. Igualmente, apoyan las pruebas objetivas y externas que quedan fijadas en 4ºde ESO y 2ºde Bachillerato y la posibilidad de que el alumno de Formación Profesional pueda obtener el título de ESO.

En cualquier caso, CONCAPA pide al Gobierno “un mayor apoyo al asociacionismo familiar, para que los padres se impliquen más en la educación de sus hijos” y “un cambio profundo” en las etapas de infantil y primaria.

Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), Jesús María Sánchez, ha apuntado a Europa Press que los principales cambios que presenta el borrador de la nueva ley responden a “un pensamiento clasista y conservador” que restaurará “la mala escuela del pasado”. “Son viejas recetas que no han dado ningún tipo de resultados en ningún país donde se han aplicado, y la comunidad científica internacional lo viene rechazando desde hace mucho tiempo. Esto no sirve para construir la escuela del futuro, sino más bien para restaurar la mala escuela que había en el pasado”, ha subrayado.

Concretamente, ha criticado que se retire la asignatura de EpC después de haberla sustituido previamente por ‘Educación Cívica y Constitucional’ y que se ofrezca una alternativa a la Religión para intentar, a su juicio, “desviar un mayor número de alumnos” a esta materia, algo que, según ha añadido, no cree que vaya a ser efectivo porque “no es el sitio, ni el lugar” para impartirla. Además, ha rechazado que se vaya a permitir la subvención de los colegios que separen por sexos ya que, a su parecer, “la educación debe ser mixta, la sociedad es plural y diversa y se debe educar en el mismo ámbito a chicos y chicas”.

Adios al adoctrinamiento socialista
A su vez, Profesionales por la Ética (PpE), considera que la supresión de EpC, de confirmarse tras el trámite parlamentario, significaría el adiós definitivo al adoctrinamiento ético y moral por parte del Estado. Además, en el anteproyecto se introduce una asignatura alternativa a la de religión confesional, con lo cual el Gobierno da paso a una amplia reivindicación de la comunidad escolar además de atenerse a los acuerdos pertinentes del Estado con la Iglesia. Para PpE se trata de una buena noticia para la libertad de educación y un reconocimiento del valor de la resistencia que miles de padres han mantenido frente al adoctrinamiento de sus hijos en las aulas españolas.

Jaime Urcelay, presidente de Profesionales por la Ética, ha pedido que dicho reconocimiento se logre «concediéndoles la normalización académica, con carácter retroactivo, en lo relativo a los suspensos sufridos por ser los objetores».

Alternativa a la asignatura de Religión

El otro dato importante es la aparición en el Anteproyecto de la asignatura de Religión, por completo ausente en el texto de septiembre. El nuevo Anteproyecto recupera ahora el pleno valor académico de la asignatura de Religión para la que en Educación Primaria y en ESO se establezcan alternativas a la Religión (católica, evangélica, musulmana o judía), concretamente Valores culturales y sociales en Primaria y Valores Éticos en ESO. Aparecen en todos los cursos de dichas etapas y la elección de una u otra alternativa (Religión o Valores culturales y Sociales (Valores Éticos) se deja en manos de los padres o tutores. Respecto al Bachillerato, Religión aparece en ambos cursos como una de las asignaturas específicas que pueden ser cursadas; el modelo hace innecesaria la alternativa.

Para Jaime Urcelay, presidente de Profesionales por la Ética, «la recuperación del valor académico de la asignatura de Religión como opción libre para los padres representa, sin duda, una mejora importante del Anteproyecto. Queda únicamente por conocer si las asignaturas alternativas (y por tanto voluntarias) a Religión son las adecuadas o, si por el contrario, reproducen de nuevo el conflicto debido a la imposición por el Estado de valores éticos, un papel que no le corresponde».

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