«El Papa les ha dado las gracias por el testimonio que han dado, por la perseverancia en la fe», ha explicado el portavoz del Vaticano Federico Lombardi. El encuentro ha durado unos treinta minutos y Meriam le ha agradecido «la cercanía y las oraciones del Papa y de la Iglesia». «Las hemos notado», ha dicho.
El Papa les ha pedido detalles sobre cómo han vivido estos meses de condena y cómo se organizarán a partir de ahora.
El portavoz del Vaticano asegura que ha sido un encuentro «muy tierno y cariñoso», y que Francisco ha saludado a los funcionarios del Ministerio de exteriores italiano que han llevado a Meriam a Roma.
«Con este encuentro el Papa ha querido mostrar su presencia y solidaridad junto a los que ven limitada o dificultada la práctica de su fe», ha precisado Lombardi. «Esta familia es un símbolo de las personas que viven dificultades por testimoniar la propia fe», ha añadido.
El padre de Meriam era musulmán, pero la abandonó cuando ella tenía cinco años. Ella creció con su madre, cristiana ortodoxa, y más adelante se hizo católica. En el año 2011 conoció a su futuro marido, Daniel Wani, cristiano originario de Sudán del Sur. Cuando se casaron y esperaban su segundo hijo, fue condenada a muerte por apostasía y por adulterio. Tras una intensa campaña internacional, la Corte de Apelación anuló la sentencia el pasado 23 de junio. Pero hasta anoche no ha conseguido salir del país.
ABC.ES
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