Han tardado en surgir, pero, ante los crímenes y crueldades cometidos por líderes y milicianos del llamado Estado Islámico (EI), crece poco a poco la reacción musulmana, sobre todo en los países occidentales. Cada vez resulta menos tolerable la intolerancia que sufren las minorías –especialmente los cristianos– en Oriente Medio, frente a la libertad religiosa de que gozan los inmigrantes, cada vez más numerosos.
En esa línea se inscribe la campaña de jóvenes musulmanes europeos a través de las redes sociales, que tratan de sofocar la propaganda orquestada en estos medios por el EI. Así, durante las últimas semanas, miles de internautas británicos participan en una campaña titulada “Not in my Name” (“No en mi nombre”). A través de vídeos y fotos, esa movilización ciudadana quiere denunciar la actuación de los yihadistas de Siria e Irak, cuyos actos de violencia han provocado la condena internacional, incluida la del consejo de seguridad de la ONU.
Comenzó con un vídeo difundido en YouTube el 10 de septiembre: jóvenes musulmanes sostenían una pancarta con ese eslogan. Fue enseguida reproducida en Twitter por muchos internautas que rechazan el EI en nombre de los principios de tolerancia propios del Islam (tan discutidos a lo largo de la historia). Lanzó la campaña Active Change Foundation, ubicada en Londres, que lucha contra el extremismo en todas sus formas, a raíz del asesinato del rehén británico David Haines. Su presidente, Hanif Qadir, afirmó que “los musulmanes británicos jóvenes están cansados de la propaganda del odio utilizado por los terroristas del EI, tan presente en las redes sociales”. “Están indignados ante la utilización de esas plataformas para radicalizar a los jóvenes y difundir sus discursos violentos en nombre del Islam”. La frase clave “Not In My Name” fue reproducida más de 80 000 veces en Twitter, y el vídeo superó las 180.000 visitas. Y prosigue su difusión en otros países europeos.
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