Toda la investigación en el ámbito educativo busca, en el fondo, contestar a una pregunta sobre el por qué(¿por qué algunos alumnos aprenden y otros no?) para que después la política proponga un cómo (¿cómo favorecer esos factores positivos y eliminar los negativos?).
The Center for Independent Studies, un think tank australiano de tendencia liberal, acaba de publicar un informe que puede aportar mucha luz al respecto.
El estudio parte de la premisa (avalada por distintas investigaciones) de que el estrato sociocultural familiar es menos determinante para el rendimiento del alumno que lo que sucede en el colegio; es decir, un estudiante de familia pobre y de poca cultura tiene muchas posibilidades de superar su desventaja si va a un buen centro.
De las 9.000 escuelas de primaria y secundaria del país –sin contar las de educación especial–, los investigadores filtraron las 24 que cumplían el doble requisito de un alumnado relativamente pobre (entre el 25% con renta más baja) y unas notas por encima de la media en las tres últimas pruebas NAPLAN, que todos los estudiantes realizan cada dos cursos desde los 9 a los 15 años. Descartadas las que, por otros motivos, no permitían comparaciones y las que no aceptaron participar en el estudio, quedaron nueve.
LEER MÁS
No hay comentarios:
Publicar un comentario