Religión Confidencial junto a profesionales de otros medios, aporta sus reflexiones en estos tiempos difíciles.
Estamos viviendo un momento histórico del que mañana hablarán los libros, como lo hacen de otras pestes o pandemias que hemos vivido en la historia de la humanidad. Ojalá los libros (¡y también los bancos de datos!) recojan también la información de esta otra epidemia, igualmente real que se ha desatado en esta ocasión.
Me refiero a la epidemia de ternura, de compasión y esperanza que nos está contagiando a todos y nos está haciendo mejores. Este libro quiere ser una humilde contribución a ello".
Así se explica en el prólogo Fernando Prado, director de Publicaciones Claretianas e impulsor del libro “Tejer historias. Comunicar esperanza en tiempos de pandemia”. El claretiano ha reunido ha 32 periodistas para aportar sus historias y reflexiones en estos tiempos difíciles.
Regalo de Pascua
"Se trata de historias que quieren ofrecer esperanza en medio la triste y complicada situación que vivimos en todo el mundo, provocada por la pandemia del COVID-19. El libro sale a la luz en formato digital como un “regalo de Pascua”, de forma gratuita,hoy 12 de abril, Domingo de Pascua", señala Prado.
En el libro han participado periodistas como Cristina López Schlichting (Cope) cuya historia se titula 'La crisis del papel higiénico (manual de supervivencia)'; la directora de Últimas preguntas de RTVE, María Ángeles Fernández Muñoz, que escribe sobre 'Mirad las aves del cielo'; el corresponsal de Antena 3 y Vida Nueva, Antonio Pelayo, que habla de 'El virus de cerca´ ;
la directora de contenidos de TRECE, Irene Pozo Hernández, con un texto titulado 'Llenar el alma de esperanza´, el corresponsal de ABC en el Vaticano, Juan Vicente Boo, con 'Orar sin caer en la amargura' o el presidente de la Fundación Crónica Blanca, Manuel María Bru Alonso, cuyo título de su historia es 'Nos topamos con el Misterio'.
También participan el director de medios del Arzobispado de Madrid, Rodrigo Pinedo con 'Un caldito y una patata´; la responsable de la edición española de Aleteia.org, Inma Álvarez, con su historia titulada 'La lección de Yoda'; la directora de la revista Ecclesia, Silvia Rozas que titula `Dios es...'. la redactora de Sociedad de Europa Press Laura Ana Ramírez con 'De balcón a balcón' y el director de la Revista Vida Nueva, José Beltrán que escribe sobre ´Salvador´.
Religión Confidencial también ha participado en este libro de la mano de la redactora Marta Santín, con un texto titulado "Vidas que llenan de esperanza" en el que recoge algunas historias publicadas en este confidencial.
Familias y seres de carne y hueso
Fernando Prado, en el prólogo del libro, explica cómo se gestó su idea: "Estos colegas periodistas saben comunicar esperanza porque la tienen. Son de los que saben bien que detrás de los números de muertos y afectados, detrás de los incomprensibles índices macroeconómicos y de los vaivenes bursátiles, hay familias y seres de carne y hueso. Personas que sufren, sueñan, viven y sienten. ¡No son números, son personas! ¡Somos personas! Todos son comunicadores «de raza» y conozco bien la pasión que les habita. Con su aportación y su plural sensibilidad saldría, sin duda, un buen libro. Un
libro capaz de ayudarnos a levantar un poco la mirada por encima de los fríos datos y el gris escenario que, día tras día, se nos cuela por las pantallas amenazando con minar nuestra esperanza".
libro capaz de ayudarnos a levantar un poco la mirada por encima de los fríos datos y el gris escenario que, día tras día, se nos cuela por las pantallas amenazando con minar nuestra esperanza".
Manuel María Bru ha participado personalmente en este proyecto completando el elenco de autores.
El libro cierra con una prosa de Ana María Medina, directora de "Periferias" (TRECE) y directora de la Oficina de prensa del obispado de Málaga. Reproducimos su texto.
El día que volvamos a abrazarnos
El día que volvamos a abrazarnos
caerán a nuestros pies esas corazas
con las que creíamos estar a salvo.
A salvo del dolor, del amor, de la vida.
De estar viviendo.
Aquellas que borraron la expresión
de nuestros rostros,
que nos volvieron piedras,
que nos hicieron enfermar, al fin y al cabo.
El día que salgamos del encierro,
volverá el rubor de sol a las mejillas,
el calor a las manos, la luz, los besos...
Escucharemos de nuevo la melodía de la música
y veremos crecer flores en todos los balcones.
Cuando los niños vuelvan a la calle
y acaricien con sus risas el asfalto,
pintarán del color de la alegría
tanto mal recuerdo, tanto llanto.
Su inocencia nos hará soñar de nuevo,
y sabremos, por sus ojos, por su risa,
que solo eso al fin es lo importante:
reír, buscar, jugar... de vez en cuando.
caerán a nuestros pies esas corazas
con las que creíamos estar a salvo.
A salvo del dolor, del amor, de la vida.
De estar viviendo.
Aquellas que borraron la expresión
de nuestros rostros,
que nos volvieron piedras,
que nos hicieron enfermar, al fin y al cabo.
El día que salgamos del encierro,
volverá el rubor de sol a las mejillas,
el calor a las manos, la luz, los besos...
Escucharemos de nuevo la melodía de la música
y veremos crecer flores en todos los balcones.
Cuando los niños vuelvan a la calle
y acaricien con sus risas el asfalto,
pintarán del color de la alegría
tanto mal recuerdo, tanto llanto.
Su inocencia nos hará soñar de nuevo,
y sabremos, por sus ojos, por su risa,
que solo eso al fin es lo importante:
reír, buscar, jugar... de vez en cuando.
Si brilla nuevo el sol, si nace el día,
saldremos a encontrarnos con el otro.
Ya no habrá vencedores ni vencidos;
no habrá por fin ya más desconocidos,
estos y aquellos, malos y buenos.
Solo hermanos, juntos,
brindando por estar en el camino.
Cuando se acabe el miedo
y amanezca,
y vuelva a ser de nuevo primavera...
sabremos que el antídoto a la muerte
es ser la humanidad que Dios espera.
saldremos a encontrarnos con el otro.
Ya no habrá vencedores ni vencidos;
no habrá por fin ya más desconocidos,
estos y aquellos, malos y buenos.
Solo hermanos, juntos,
brindando por estar en el camino.
Cuando se acabe el miedo
y amanezca,
y vuelva a ser de nuevo primavera...
sabremos que el antídoto a la muerte
es ser la humanidad que Dios espera.
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