Todas las tardes en mi barrio de Campanar de Valencia me subo a la terraza, vecina a mi parroquia de San Josemaría, a las 8 de la tarde, la hora de los aplausos.
En ese momento, con la Custodia, doy pausadamente la bendición a todo el barrio, a Valencia, a España, al mundo entero.
Ahí estáis todos vosotros. El Dios misericordioso no se cansa de bendecirnos. Con Él RESISTIREMOS, como canta tanta gente durante estos días.
Sin olvidarme de mi hermano Emilio que celebra su cumpleaños en este día. Para el, muy en particular, mi bendición más cariñosa
Sin olvidarme de mi hermano Emilio que celebra su cumpleaños en este día. Para el, muy en particular, mi bendición más cariñosa
No hay comentarios:
Publicar un comentario