El Papa denuncia que «el egoísmo del hombre ha provocado la crisis»
Las crisis económica y medioambiental tienen una misma causa: el egoísmo del hombre. En un encuentro con el cuerpo diplomático de la Santa Sede, Benedicto XVI hizo un análisis de la situación del mundo, deteniéndose en los que serán los asuntos principales que trate durante los próximos doce meses.
Al hablar de la recesión, el Papa recordó su última encíclica, «Caritas in veritate». «En ella invito a individualizar las raíces profundas de esta situación: la actual mentalidad egoísta y materialista, que olvida los propios límites de cada criatura. Esta mentalidad es también la que amenaza la creación». Al negar a Dios, advirtió el Pontífice, no sólo se produce una «desfiguración de la libertad de la persona humana», sino que también se «devasta la creación».
Benedicto XVI comparó los problemas que el capitalismo feroz ha traído con los que dejó el comunismo. «Cuando cayó el Muro de Berlín y los regímenes materialistas y ateos que dominaron parte de este continente, se vieron las profundas heridas que había dejado un sistema económico sin referencias a la verdad del hombre. Hirió la dignidad y la libertad de las personas, y también la naturaleza», dijo el Papa.
Tras la falta de resultados de la conferencia de Copenhague, en la que tenía puestas muchas esperanzas, Benedicto XVI espera que en futuros encuentros se llegue a un acuerdo que garantice la salvaguarda del medio ambiente. «Es una apuesta muy importante porque en ella va el destino de algunas naciones, en particular, de estados insulares». En su discurso a los diplomáticos, el Pontífice defendió la dignidad de la vida, el fin de la fabricación de armas y la figura del inmigrante.
En la fotografía: Benedicto XVI, ayer, durante la tradicional audiencia de comienzo de año del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede
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