Este
libro cuenta la fábula de dos pequeños peces rojos que viven en un
estanque y de lo que ocurre cuando descubren que hay un señor vestido de
blanco que los visita cada día
Lo ha escrito e ilustrado la pintora rusa Natalia Tsarkova.
Además de una historia original este libro es muy especial porque los
pececitos existen realmente y viven en el estanque de los jardines del
palacio apostólico de Castel Gandolfo. Quien les da de comer es el mismo
Benedicto XVI.
«Durante un paseo en los preciosos jardines de Castel Gandolfo –afirma Natalia Tsarkova− me
impactó la intensa espiritualidad que se respiraba allí. Así, de mi
corazón nació esta fábula que habla de amor, de fe y de esperanza.
Espero que lo lean muchos niños de todo el mundo y su mensaje les llegue
al corazón».
Como el Papa no pudo asistir a la presentación, envió a su secretario personal Georg Gaenswein, que ha escrito el prólogo de este cuento.
«He escrito este prólogo en primer lugar por sentido ecuménico –confiesa Mons. Gaenswein− porque
Natalia Tsarkova es ortodoxa. Pero también porque considero que es muy
bonito y recomiendo leer este pequeño libro. Leerlo y apreciarlo».
Georg
Gaenswein contó que cuando comenzó en una pequeña parroquia de la Selva
Negra de Alemania lo que más le costaba era preparar las homilías para
niños.
«Nunca es fácil preparar una homilía –continúa Mons. Georg Gaenswein−,
a veces se hace mejor y otras peor, depende. Pero preparar una homilía
para niños es agotador porque no te perdonan nada. Lagunas teológicas:
te hacen caer en la trampa. Superficialidades: te las muestran
enseguida. Y sobre todo, no les gustan y no perdonan si no eres sincero.
Si eres sincero te perdonan todo, pero si no lo eres, has perdido para
siempre».
Una
fábula que la misma Natalia Tsarkova regaló al Papa en abril de 2012 y
que ahora está al alcance de todos los niños del mundo.
ROMEREPORTS / Almudí
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