El documento final del Sínodo de Obispos de la Familia confiere más compromisos a la mujer dentro de la Iglesia. Así, el punto 27 recoge tres funciones concretas: “Su participación en la toma de decisiones, en el gobierno de algunas instituciones y en la formación de los ministros ordenados”.
Los medios de comunicación han resaltado poco algunos puntos debatidos en el Sínodo de Obispos de la Familia como por ejemplo, el papel de la mujer en la Iglesia, cuando es un asunto ciertamente cuestionado. El Papa ha repetido en varias ocasiones que “una Iglesia sin mujeres es como el Colegio Apostólico sin María” y ve necesario llevar adelante una teología profundizada sobre la mujer y su papel en la Iglesia.
El teólogo y periodista Rodrigo Ayude, que vive actualmente en Roma, señala que, de momento, la propuesta que han hecho los obispos del Sínodo es dar más protagonismo a la mujer en los “procesos de decisión, en el gobierno de algunas instituciones y en la formación de los ministros ordenados”. Ahora habrá que poner en práctica estas indicaciones.
Además, el punto 27 del documento final señala que la dignidad de la mujer necesita ser defendida y promovida, porque “no se trata de un problema de recursos”, sino de una “perspectiva cultural diferente”. En muchos contextos todavía, ser mujer provoca la discriminación y el don de la maternidad se valora más que penalizada.
Sin condenas ni anatemas
Como balance final del Sínodo, el teólogo explica que los obispos han reflexionado en la misma línea que el Papa Francisco: fidelidad a la doctrina y la inmutabilidad de esta, pero contando con la misericordia. “El primer deber de la Iglesia no es distribuir condenas o anatemas sino proclamar la misericordia de Dios, de llamar a la conversión y de conducir a todos los hombres a la salvación del Señor”, destacó en su discurso de clausura.
Con este mensaje de fondo del Papa, Rodrigo Ayude explica, respecto a ciertos puntos polémicos del Sínodo que siguen dando mucho que hablar, (la comunión a los divorciados casados de nuevo civilmente) que “la comunión no puede entenderse como un derecho ni enfocarse como el problema. Conviene estudiar qué es lo que dificulta a cada una de estas personas el acceso a la gracia, a través del sacramento del perdón y formar sus conciencias”.
Hacía dónde van las reformas
En el acto para celebrar el 50 aniversario del Sínodo, Francisco explicó que la Iglesia es una pirámide invertida: es más gruesa en la cima, donde están la mayoría de los cristianos, laicos. Y más abajo, para servirles los sacerdotes, los obispos y el Papa. En este sentido, ha sido muy significativa la decisión de Francisco de crear un Dicasterio para laicos, familia y vida. Esta es una de las reformas de la Iglesia: dar más relevancia a los laicos, familias, mujeres.
Pero hay otras imágenes que ilustran cómo concibe Francisco la Iglesia en este momento. “Una Iglesia de periferia, que sale de la comodidad para ir a buscar a la gente y escuchar sus sufrimientos. Estructuralmente, una Iglesia sinodal y descentralizada. El Papa remarca la sucesión apostólica de cada obispo y la primacía en la caridad de Pedro”, explica Rodrigo Ayude.
Un sentir común de los padres sinodales es que se profundice en la teología de la familia. Así lo piden en el último punto del documento que han entregado al Papa, pues son conscientes de que este documento no tiene carácter magisterial o doctrinal por el momento, ya que el trabajo del Sínodo es consultivo.
religionconfidencial.com
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