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viernes, 27 de mayo de 2011

La Jornada Mundial de la Juventud aportará las energías espirituales y morales que necesita el mundo para resolver muchas de las crisis que tiene presentes

      El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, participó ayer en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum. En su intervención habló extensamente de la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid en el mes de agosto, afirmando que “es un acontecimiento de naturaleza estrictamente eclesial, pero con repercusiones humanas, culturales, sociales evidentes”. 
      Al hacer un repaso por la historia de las JMJ, recordó que “son fruto de una iniciativa personal de Juan Pablo II”, que las puso en marcha en el año 1986. A su juicio, Santiago de Compostela marcaría esos encuentros de una manera decisiva en dos aspectos: “para comprenderla no sólo como una peregrinación física, sino como una peregrinación espiritual hacia el centro de la fe”, y “porque fueron unos días de meditación, oración, catequesis y vivencias nacidas de la experiencia cristiana, que convirtieron a la ciudad en una especie de Jerusalén en tiempos de Pentecostés”. Y es que, apuntó, “la alegría, las buenas formas, la manera de relacionarse con los jóvenes, rompían los esquemas y estereotipos, negativos casi siempre, con los que se valoraba a los jóvenes de los años 80”.

      Para el Cardenal, “Juan Pablo II soñaba con que los jóvenes del año 2.000 serían el cauce para una renovación de la sociedad y de la familia del siglo XXI”. Por eso, el próximo mes de agosto “se va a celebrar un acontecimiento de la Iglesia Católica, una vivencia de la experiencia de la fe católica en sus aspectos más centrales de vida y captación de lo que es el hombre”.

      La JMJ, dijo, es “un acontecimiento de naturaleza estrictamente eclesial, pero con repercusiones humanas, culturales y sociales evidentes. La estampa de Madrid esos días va a cambiar. De una vida vivida en verdad, en esperanza, en entrega y que se muestra como una gran belleza: así será Madrid en esas semanas, ejemplo de buen comportamiento, rico de fórmulas y modos de expresarse”.

      En cuanto a la elección de Madrid como sede de la Jornada Mundial de la Juventud, el Cardenal afirmó que no se trata de una casualidad, sino que “la intención pastoral de fondo que ha movido al Papa a tomar esta decisión tiene mucho que ver con la historia espiritual y del alma de España, y con la riqueza de la proyección del alma y del espíritu en relación con la Iglesia en el mundo, y con la cultura y civilización universales”.

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2 comentarios:

  1. LOS VALORES SUPREMOS DE LA TRASCENDENCIA HUMANA Y LA SOCIEDAD PERFECTA, DEBEN ORIENTAR LOS OBJETIVOS DEL CURRÍCULO ESCOLAR LAICO Y LA CATEQUESIS, A FIN DE ALCANZAR LA SUPRA HUMANIDAD. La paideia griega tenía como propósito educar a la juventud en la virtud (desarrollo de la espiritualidad) y la sabiduría (cuidado de la verdad), mediante la práctica continua de ejercicios espirituales (cultivo de sí), a efecto de prevenir y curar las enfermedades del alma. El educador, más que informar trataba de inducir transformaciones buenas y convenientes para si mismo y la sociedad, motivando a los jóvenes a practicar las virtudes opuestas a los defectos encontrados en el fondo del alma, a efecto de adquirir el perfil de humanidad perfecta (cero defectos) __Y el apóstol Felipe introdujo en los ejercicios espirituales la paideia de Cristo (posteriormente enriquecida por San Basilio, San Gregorio, San Agustín y San Clemente de Alejandría, con el pensamiento de los filósofos greco romanos: Aristóteles, Cicerón, Diógenes, Isócrates, Platón, Séneca, Sócrates, Marco Aurelio,,,), a fin de alcanzar la trascendencia humana (patente en Cristo) y la sociedad perfecta (Reino de Dios). Meta que no se ha logrado debido a que la mitología del Antiguo Testamento, al apartar la fe de la razón, castra mentalmente a sus seguidores. Pierre Hadot: Ejercicios Espirituales y Filosofía Antigua. Editorial Siruela
    http://www.scribd.com/doc/33094675/BREVE-JUICIO-SUMARIO

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  2. De acuerdo contigo con alguna puntualización. La paideia de Cristo es la plenitud de verdad traida a esta tierra por el Verbo Encarnado. El Espíritu Santo enviado en Pentecostés por el Hijo en unión al Padre conduce a los cristianos a profundizar en la Verdad de Cristo confiada a su Iglesia. Por ello no es correcto decir que los santos Padres y los escritores grecorromanos enriquecen la paideia de Cristo. Si es acertado afirmar que, con la luz de la fe, los teológos profundizan en el conocimiento de esa Verdad que, por ser de Dios, admite una mayor profundidad de conocimiento. La Verdad sigue siendo la misma. Por eso se afirma que la plenitud llegó con Cristo hace 20 siglos. Y también que la teología progresa siempre en el sentido que te he explicado.
    El Antiguo Testamento es preparación del Nuevo. Por eso se llega a su plenitud de significado cuando se estudia a la luz de Cristo.

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