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viernes, 7 de octubre de 2011

Benigno Blanco analiza la JMJ celebrada en Madrid: “He visto y sigo viendo verdaderas conversiones y un renovado amor a la Iglesia”

   La JMJ de Madrid 2011 ha sido un extraordinario don para nuestra sociedad que ha dejado huella. Un mes y medio después de este gran acontecimiento, aún siguen resonando con fuerza las palabras que el Santo Padre dirigió a los jóvenes en Cuatro Vientos durante la Vigilia de Oración, en las que animaba a seguir defendiendo la familia, la maternidad y la vida humana. Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia, ha querido compartir con Análisis Digital su experiencia personal como peregrino y ha explicado que el signo más distintivo de esta Jornada fue la piedad, la imagen de los confesionarios del Retiro, o la adoración al Señor en la custodia, en Cuatro Vientos. Blanco nos comenta en esta entrevista que la JMJ de Madrid ha ofrecido diversas novedades con respecto a las anteriores, se ha centrado directamente en lo importante, sin ninguna parafernalia exterior. La principal novedad ha sido ese “ir al grano” del encuentro con Cristo sin distracciones ni juegos intermedios.

¿Qué destaca de la JMJ celebrada en Madrid?
Yo destacaría que ha estado directamente centrada en la oración, la adoración eucarística y la celebración de la penitencia, es decir, en lo esencial. Por eso ha sido especialmente impactante tanto para los jóvenes asistentes como para la opinión pública: la novedad cristiana ha estado en su esencia a la vista de forma espléndida.

En su opinión, ¿cuáles son las principales novedades que ha ofrecido esta JMJ respecto a ediciones anteriores?
La principal novedad ha sido ese “ir al grano” del encuentro con Cristo sin distracciones ni juegos intermedios.

¿Con qué palabras se queda, de lo que ha dicho el Papa en sus discursos?
Con la exigente y directa invitación a los jóvenes a ser santos y apóstoles entre sus amigos. El Papa desde el primer día habló de santidad personal y hasta el último día de volver a casa para ser testigos de Cristo entre los amigos. Los jóvenes le entendieron perfectamente. Más allá del matiz de cada intervención, según a quién iba dirigida, en todas ellas aparecían claramente dos temas, como propuestas a los jóvenes: la santidad y el apostolado.

¿Qué reacciones está observando en los jóvenes con los que ha tenido contacto estos días?
He visto y sigo viendo verdaderas conversiones y un renovado amor a la Iglesia. Las palabras del Papa y el ambiente de oración y de práctica sacramental de la JMJ han sido semilla en buena tierra.

Paloma Fernández Cárdenas

ANÁLISIS DIGITAL

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