En su discurso inaugural de la C Asamblea Plenaria de la CEE, el
Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, hizo ayer un
repaso por estos cincuenta años de historia da la CEE, destacando el
papel que ha jugado la Conferencia en la vida de la Iglesia, y se centró
en algunos de los problemas que afectan a la sociedad hoy como la
crisis económica y la legislación actual sobre el matrimonio.
“No cabe
duda, afirmó, de que el papel jugado por la Conferencia Episcopal en la
vida de la Iglesia en estos ya casi cincuenta años de vida ha sido de
una decisiva y beneficiosa importancia para la Iglesia misma y para su
presencia y acción evangelizadora en la sociedad española”.
El Cardenal hizo referencia al actual Plan Pastoral de la CEE, el
octavo, titulado ‘La nueva evangelización desde la Palabra de Dios: “Por
tu palabra echaré las redes” y señaló que este texto “puede ayudar
mucho a la clarificación doctrinal de la situación y a la orientación
práctica de lo que hay que hacer”. También, se pronunció sobre
la decisión del Tribunal Constitucional acerca de la actual legislación
sobre el matrimonio y manifestó que “no nos corresponde a los obispos
pronunciarnos sobre la pertinencia jurídica de los actos de los
tribunales. Pero sí tenemos el deber de ayudar al discernimiento
necesario acerca de la justicia de una legislación como la referente al
matrimonio, que toca tan de lleno el corazón de la vida de las personas y
que condiciona tan decisivamente la vida de la sociedad y el futuro de
nuestro pueblo”.
Así, comentó que la Instrucción pastoral sobre el amor humano y
reiteró que “denuncia que la actual legislación sobre el matrimonio es
gravemente injusta, porque no reconoce netamente la institución del
matrimonio en su especificidad, y no protege el derecho de los
contrayentes a ser reconocidos en el ordenamiento jurídico como ‘esposo’
y ‘esposa’; ni garantiza el derecho de los niños y de los jóvenes a ser
educados como ‘esposos’ y ‘esposas’ del futuro; ni el derecho de los
niños a disfrutar de un padre y de una madre en el seno de una familia
estable. No son leyes justas las que no reconocen ni protegen estos
derechos tan básicos sin restricción alguna. Por eso, es urgente la
reforma de nuestra legislación sobre el matrimonio. Y es tanto o más
urgente que la Instrucción sobre ‘La verdad del amor humano’ sea
conocida por todos en nuestras parroquias, colegios y en cada lugar de
la actividad apostólica de la Iglesia”.
San Juan de la Cruz
En cuanto a las acciones previstas en el Plan Pastoral, habló de la peregrinación a Roma con motivo de la proclamación de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia universal. Y ha explicado que esta Plenaria concluirá el próximo viernes en Montilla (Córdoba), donde los obispos celebrarán una Eucaristía en la Basílica “que guarda los restos del nuevo doctor de la Iglesia”. “Por su intercesión, pediremos al Señor, en nuestra concelebración de la santa Misa, por los frutos de la nueva evangelización, en particular en el campo de las vocaciones al sacerdocio ministerial y a la vida consagrada”.
En cuanto a las acciones previstas en el Plan Pastoral, habló de la peregrinación a Roma con motivo de la proclamación de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia universal. Y ha explicado que esta Plenaria concluirá el próximo viernes en Montilla (Córdoba), donde los obispos celebrarán una Eucaristía en la Basílica “que guarda los restos del nuevo doctor de la Iglesia”. “Por su intercesión, pediremos al Señor, en nuestra concelebración de la santa Misa, por los frutos de la nueva evangelización, en particular en el campo de las vocaciones al sacerdocio ministerial y a la vida consagrada”.
Respecto a las previsiones del Plan Pastoral, adelantó que en esta
Plenaria se va a presentar un borrador del segundo catecismo de
infancia, “Testigos del Señor”, pues “no podía faltar la atención sobre
esta básica actividad maternal de la Iglesia”. Y añadió que otra de las
acciones “es la preparación y celebración en octubre de 2013 de una
ceremonia de beatificación de mártires”, que supondrá “un gran broche de
comunión y testimonio para el Año de la fe”. “La Iglesia que peregrina
en España ha sido agraciada con un gran número de estos testigos
privilegiados del Señor”, afirmó.
Crisis económica
“Entre los desafíos y escenarios de la nueva evangelización en estos años, explicó, el Plan Pastoral se refiere al nuevo contexto marcado por la llamada “crisis económico-financiera”. “Es una crisis global y extensiva que no parece tocar fondo”. En este sentido, hizo referencia a la Exhortación sobre la crisis, publicada por la CEE el pasado 3 de octubre, en la que “se señalan los aspectos más acuciantes y dolorosos en los que se manifiesta la crisis: el desempleo de tantos, en especial de tantos jóvenes; el debilitamiento de la conciencia de unidad y de solidaridad entre todos los españoles; los dramas que sufren tantas familias, en particular las que se ven expulsadas de sus casas por el desahucio”. Dicha Declaración, continuó, “exhorta a la conversión a la verdad, propiciada por la fe; a la solidaridad, animada por la caridad; y al espíritu de superación, alentado por la esperanza en Dios”. Y pide “que los costes de la crisis no recaigan sobre los más débiles, con especial atención a los emigrantes; que se preserve el bien de la unidad, al mismo tiempo que el de la rica diversidad de los pueblos de España; y que se busquen con urgencia soluciones que permitan a esas familias (desahuciadas) -igual que se ha hecho con otras instituciones sociales- hacer frente a sus deudas sin tener que verse en la calle”.
“Entre los desafíos y escenarios de la nueva evangelización en estos años, explicó, el Plan Pastoral se refiere al nuevo contexto marcado por la llamada “crisis económico-financiera”. “Es una crisis global y extensiva que no parece tocar fondo”. En este sentido, hizo referencia a la Exhortación sobre la crisis, publicada por la CEE el pasado 3 de octubre, en la que “se señalan los aspectos más acuciantes y dolorosos en los que se manifiesta la crisis: el desempleo de tantos, en especial de tantos jóvenes; el debilitamiento de la conciencia de unidad y de solidaridad entre todos los españoles; los dramas que sufren tantas familias, en particular las que se ven expulsadas de sus casas por el desahucio”. Dicha Declaración, continuó, “exhorta a la conversión a la verdad, propiciada por la fe; a la solidaridad, animada por la caridad; y al espíritu de superación, alentado por la esperanza en Dios”. Y pide “que los costes de la crisis no recaigan sobre los más débiles, con especial atención a los emigrantes; que se preserve el bien de la unidad, al mismo tiempo que el de la rica diversidad de los pueblos de España; y que se busquen con urgencia soluciones que permitan a esas familias (desahuciadas) -igual que se ha hecho con otras instituciones sociales- hacer frente a sus deudas sin tener que verse en la calle”.
Además, urgió a que ayudemos entre todos a los que más sufren las
consecuencias de la crisis porque, “por pequeños que parezcan, los
gestos de caridad no sólo ayudan a quienes lo necesitan, sino que
también ayudan a revisar el propio estilo de vida y a adoptar formas de
ser y de actuar más responsables con la familia, los vecinos y la
comunidad política. Sabemos que hay parroquias en las que en los últimos
cuatro años se han multiplicado por cinco los recursos destinados a
Cáritas, gracias a la generosidad y al sacrificio de muchos. Lo
agradecemos en nombre del Señor y de los que de este modo ven aliviada
su necesidad”.
Sínodo sobre la nueva evangelización
Por último, hizo mención del Sínodo de Obispos celebrado en Roma, centrado en torno a la Nueva Evangelización. En él se ha constatado “que existen muchos lugares en África, Asia y Oceanía en donde los habitantes, muchas veces sin ser plenamente conscientes, esperan con gran expectativa el primer anuncio del Evangelio. Por tanto, es necesario rezar al Espíritu Santo para que suscite en la Iglesia un renovado dinamismo misionero, cuyos protagonistas sean de modo especial los agentes pastorales y los fieles laicos”. Y que “la globalización ha causado también un notable desplazamiento de poblaciones; por tanto, el primer anuncio se impone también en los países de antigua evangelización”. “Todos los hombres tienen el derecho de conocer a Jesucristo y su Evangelio; y a esto corresponde el deber de los cristianos, de todos los cristianos -sacerdotes, religiosos y laicos-, de anunciar el Evangelio”. En cuanto a “las personas bautizadas, pero que no viven las exigencias del bautismo”, ha reconocido que “se encuentran en todos los continentes, especialmente en los países más secularizados. La Iglesia dedica una atención particular para que encuentren nuevamente a Jesucristo, vuelvan a descubrir el gozo de la fe y regresen a las prácticas religiosas en la comunidad de los fieles”.
Por último, hizo mención del Sínodo de Obispos celebrado en Roma, centrado en torno a la Nueva Evangelización. En él se ha constatado “que existen muchos lugares en África, Asia y Oceanía en donde los habitantes, muchas veces sin ser plenamente conscientes, esperan con gran expectativa el primer anuncio del Evangelio. Por tanto, es necesario rezar al Espíritu Santo para que suscite en la Iglesia un renovado dinamismo misionero, cuyos protagonistas sean de modo especial los agentes pastorales y los fieles laicos”. Y que “la globalización ha causado también un notable desplazamiento de poblaciones; por tanto, el primer anuncio se impone también en los países de antigua evangelización”. “Todos los hombres tienen el derecho de conocer a Jesucristo y su Evangelio; y a esto corresponde el deber de los cristianos, de todos los cristianos -sacerdotes, religiosos y laicos-, de anunciar el Evangelio”. En cuanto a “las personas bautizadas, pero que no viven las exigencias del bautismo”, ha reconocido que “se encuentran en todos los continentes, especialmente en los países más secularizados. La Iglesia dedica una atención particular para que encuentren nuevamente a Jesucristo, vuelvan a descubrir el gozo de la fe y regresen a las prácticas religiosas en la comunidad de los fieles”.
“Esperamos con mucho interés la exhortación apostólica en la que, si
Dios quiere, el Papa recogerá de manera más detallada y con su propia
autoridad los frutos del Sínodo. Mientras tanto, seguimos empeñados en
el trabajo de la nueva evangelización, de modo especial en este Año de
la fe”, concluyó.
ANÁLISIS DIGITAL
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