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miércoles, 25 de junio de 2014

Historia de la guerra

   Frente a la guerra estratégica y fruto del cálculo, este libro da a conocer el sufrimiento humano que conlleva toda contienda y repasa los conflictos más importantes de la historia.

El británico John Keegan (1934-2012) es uno de los grandes representantes de la historiografía militar contemporánea. Sus obras van más allá de la descripción de batallas y estrategias, pues sus grandes temas de investigación tratan sobre la naturaleza de la guerra, la inteligencia militar y la psicología del combatiente. Su método de trabajo, que ha influido sobre otro notable historiador como Anthony Beevor, busca el lado humano e individual de los combatientes por encima de la apología de los grandes estrategas.
Un historiador que busque el lado humano de la guerra no podrá eludir las atrocidades y sufrimientos inevitables a las contiendas de todos los tiempos. En este libro los horrores están muy presentes, en contraste con aquellas obras que describen técnicas bélicas y olvidan los daños causados al enemigo. En este sentido son muy expresivas las imágenes con que Keegan describe las guerras de los pueblos primitivos o las de civilizaciones posteriores como los aztecas, los griegos, los romanos, los hunos, los árabes o los mongoles.
De hecho, los conflictos del mundo antiguo y medieval ocupan mayor espacio en el libro que los de la época contemporánea, y se resalta el papel decisivo en las batallas de los caballos, los carros, las fortificaciones o las primeras armas de fuego. Se diría que Keegan quiere mostrar la guerra en toda su crudeza y contrastarla con la guerra concebida como un ejercicio de racionalidad y disciplina presente en las teorías del prusiano Carl von Clausewitz, en su obra De la guerra, y que tanta influencia tuvieron sobre los estrategas occidentales de los siglos XIX y XX.
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Por encima de los hechos descritos, podemos afirmar que esta es una obra de tesis contra el pensamiento de Clausewitz. Keegan rechaza de plano su célebre afirmación de que “la guerra es la continuación de la política por otros medios”. No es casualidad, señala el autor, que Clausewitz fuera un autor recomendado por Lenin y Hitler, pues la conocida máxima puede llevar a una guerra de aniquilación en la que se desconozca toda humanidad y racionalidad. Keegan subraya además que el escritor prusiano fue también revalorizado en la época de la guerra fría cuando las superpotencias nucleares enarbolaban la amenaza de la destrucción mutua asegurada como supuesto medio racional de disuasión.
Según Keegan, la guerra es una forma de cultura característica de grupos sociales que desconocen toda regla limitativa salvo la ley del más fuerte, y que suelen ser crueles con los débiles y cobardes con los valientes. Las batallas decisivas y los estrategas excepcionales no son determinantes en los conflictos irregulares, como los que estamos viviendo en el siglo XXI, y el pensamiento de Clausewitz no es el más adecuado para responder a esos retos.

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