Es un corolario de su proyecto ideológico.
Después del matrimonio homosexual y de la desaparición de los términos “padre”, “madre” e “hijo”, el Gobierno ha dado un paso más en su proyecto ideológico de supresión de todas las referencias que hacen mención al término “familia”. En este sentido, el Consejo de Ministros aprobó ayer un proyecto de ley que si bien moderniza los trámites de obtención de datos registrales, suprime de hecho el tradicional Libro de Familia en el que estaban consignados los avatares de cada familia: fecha del matrimonio y del nacimiento de cada uno de los hijos con su correspondiente nombre y naturaleza.
Este proyecto de Ley del Registro Civil sustituirá, en efecto el tradicional libro de familia por un registro individual para cada persona, vinculado a un código personal, en el que se inscribirán todos los hechos que le afecten desde el punto de vista civil. "El nuevo Registro Civil, que remitimos hoy a las Cortes Generales, cambia en profundidad el actual modelo registral, vigente desde hace más de setenta años (1957), para que no suponga una carga, sino un servicio moderno, rápido, accesible y único para toda España", señaló la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
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