Acaba de expresarlo también, de manera clara y valiente, Monseñor Francisco Gil Hellín, Arzobispo de Burgos, en una carta titulada “Impidamos la tiranía”.”Esta ley, afirma Mons. Gil, no es ley, aunque se presente así por algunas instancias políticas y legislativas. Y no lo es, porque nadie tiene derecho a eliminar a un inocente. Por eso, no obliga. Más aún, reclama una oposición frontal y sin distingos. La recta razón no puede admitir como derecho, matar a una persona que no tiene ninguna culpa.”
A continuación reproducimos el texto íntegro de la carta “Impidamos la tiranía”.
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