ACTUALIDAD

domingo, 3 de octubre de 2010

Carta del Prelado del Opus Dei (octubre 2010)

   El Prelado del Opus Dei habla en esta carta sobre los ángeles custodios, a quienes la Iglesia festeja el 2 de octubre, día en el que también se recuerda la fundación del Opus Dei.

Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!

   Estalla el alma en alegría al imaginar el gozo de nuestro Padre el 2 de octubre de 1928. Unámonos a aquella oración que, de rodillas, salió de su alma ante la confianza que le mostraba el Cielo y demos vueltas —muchas, en cada jornada— a la realidad de que también nosotros estábamos comprendidos en esa manifestación de Dios a San Josemaría.

   Ángeles del Señor, bendecid al Señor; alabadlo y glorificadlo eternamente[1]. Con estas palabras de la Sagrada Escritura comienza la Misa de mañana, fiesta de los Santos Ángeles Custodios, que han de tener un eco muy fuerte en las mujeres y en los hombres del Opus Dei. Nos pueden servir de cauce para alzar nuestro agradecimiento a Dios en este nuevo aniversario de la fundación, pues —como afirmaba nuestro Padre— no es casualidad que Dios haya inspirado su Obra el día en que la Iglesia les hace fiesta (...). Les debemos mucho más de lo que pensáis[2]. Me da alegría recordaros que muchas veces —y concretamente en Argentina, en La Chacra— San Josemaría nos sugirió que, al entrar en el oratorio, manifestásemos nuestra gratitud a los ángeles por la perpetua corte que hacen al Señor en la Eucaristía.
...
   San Josemaría impulsó a invocar a los ángeles al comenzar cada día la meditación, después de haber pedido la intercesión de la Madre de Dios y de San José. ¿Con qué devoción acudimos a ellos? ¿Con qué seguridad de ser oídos? Y especialmente a propósito de la celebración eucarística, comentaba nuestro Padre: yo aplaudo y ensalzo con los Ángeles: no me es difícil, porque me sé rodeado de ellos, cuando celebro la Santa Misa. Están adorando a la Trinidad[8]. También cuando visitamos a Jesús presente en el tabernáculo, y quizá no sabemos cómo saludarle ni cómo manifestarle nuestro agradecimiento o nuestra adoración, podemos imitar el ejemplo de San Josemaría.
...
   En nuestra pelea espiritual y en el apostolado, contamos siempre con el interés y la protección de la Reina de los Ángeles. En este mes se celebra una fiesta suya bajo la advocación del Rosario. Esta devoción mariana es arma poderosa[23] en todas las batallas por la gloria de Dios y la salvación de las almas. Ojalá crezca, con especial cariño, el rezo piadoso de esta plegaria durante las próximas semanas, con la convicción de que nuestra Madre del cielo, a lo largo del año mariano que recorremos, se lucirá y nos obtendrá de su Hijo gracias abundantísimas.

   Para concluir, os recuerdo que el próximo día 6 es el aniversario de la canonización de nuestro Padre. Pidamos al Señor, por su intercesión, que el gozo sobrenatural que nos inundó en aquella fecha, y el impulso hacia la santidad que entonces recibimos, se mantengan vivos y pujantes en sus hijas y en sus hijos del Opus Dei, y en todas las personas que se acercan a la Obra. Os confieso que cotidianamente me dirijo a San Josemaría para que se haga muy presente en cada uno de nosotros aquella exclamación —«el santo de la vida ordinaria»— con que le designó el Siervo de Dios Juan Pablo II[24]. Cabe aplicarla también así: San Josemaría es el santo que nos asiste en todas las circunstancias de cada jornada. Aprovechemos más esa "ocupación" de nuestro Padre, que nos quiere mucho, mucho, pero que nos quiere santos.

Realmente, cada mes hay muchas fiestas de la Iglesia y efemérides de la historia de la Obra: repasadlas, para que nuestro serviam! cotidiano sea muy generoso.

Con todo cariño, os bendice

                              vuestro Padre

                                                           + Javier

OPUSDEI.ORG
LEER  MÁS

No hay comentarios:

Publicar un comentario