El nuevo obispo de Bilbao, monseñor Mario Iceta, tomó el martes posesión de su cargo al frente de la diócesis bilbaína en una ceremonia celebrada en una abarrotada Catedral de Santiago. El obispo apeló a la unidad para superar el leve conflicto provocado por las críticas de algunos sectores de su diócesis. Mons Iceta pidió a los miembros de la comunidad que "rompan los muros" de la división y de la incomunicación para trabajar unidos. Por otra parte, hizo un llamamiento a toda la sociedad vasca para tumbar los muros de la violencia y del odio y así "edificar la paz" SIGUE
ANÁLISIS DIGITAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario