Después del rezo de las Vísperas, el Papa Benedicto XVI consagró al Corazón Inmaculado de María a todos los sacerdotes del mundo, para lo cual hizo la siguiente oración en adoración al Santísimo Sacramento, acompañado de los presbíteros, religiosos y consagrados reunidos en la Iglesia de la Santísima Trinidad del Santuario de la Virgen de Fátima:
Madre Inmaculada,
en este lugar de gracia,
convocados por el amor de tu Hijo Jesús,
Sumo y Eterno Sacerdote, nosotros,
hijos en el Hijo y sacerdotes suyos,
nos consagramos a tu Corazón materno,
para cumplir fielmente la voluntad del Padre.
en este lugar de gracia,
convocados por el amor de tu Hijo Jesús,
Sumo y Eterno Sacerdote, nosotros,
hijos en el Hijo y sacerdotes suyos,
nos consagramos a tu Corazón materno,
para cumplir fielmente la voluntad del Padre.
Somos conscientes de que, sin Jesús,
no podemos hacer nada (cfr. Jn 15,5)
y de que, sólo por Él, con Él y en Él,
seremos instrumentos de salvación para el mundo.
no podemos hacer nada (cfr. Jn 15,5)
y de que, sólo por Él, con Él y en Él,
seremos instrumentos de salvación para el mundo.
ACIPRENSA
ORACIÓN COMPLETA AQUÍ
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