La decisión del Presidente de Portugal, Anibal Cavaco Silva, de promulgar la ley que equipara al matrimonio las uniones de personas del mismo sexo constituye "un paso atrás en la construcción de la cohesión social, al contrariar uno de los principios más consolidados en las diversas civilizaciones de la humanidad", señala la Conferencia Episcopal de este país tras conocer la postura del mandatario ante la norma aprobada en febrero de este año por el poder legislativo.
En una declaración dada a conocer hoy, el portavoz del Episcopado portugués, P. Manuel Morujão, recordó que "el pasado 13 de mayo, en Fátima, el Papa Benedicto XVI reiteró que la familia está fundada en la unión de amor entre un hombre y una mujer, y que protegerla es uno de los factores fundamentales del bien común".
Por su parte el Arzobispo de Braga y Presidente de la Conferencia Episcopal de Portugal (CEP), Mons. Jorge Ortiga, lamentó que no se hubiera llegado a otras soluciones para la legalización de las uniones de personas del mismo sexo distinta a su equiparación al matrimonio.
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